Vigo solo tiene dos bibliotecas públicas para sus 300.000 habitantes, el peor ratio de todas las ciudades de Galicia. Así lo denuncia, con motivo del Día Internacional de las Bibliotecas, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) de Vigo, que lo considera una «grave carencia».
Biblioteca Juan Compañel, gestionada por la Xunta, y Neira Vilas, por el Ayuntamiento, estas son las dos bibliotecas de la ciudad. Así lo señaló la concejala del BNG, Ana Martínez, lamentando que en este ámbito a ciudad «tiene muy poco que celebrar» y recordando que según los estándares profesionales, las ciudades deberían disponer de una biblioteca por cada 15.000 habitantes, un objetivo que dista mucho de la realidad viguesa.
«A Coruña, con algo menos de población, cuenta con 10 bibliotecas municipales», contrapuso. Desde el frente nacionalista critican la «falta de voluntad política» del gobierno de Abel Caballero para desarrollar la red municipal de bibliotecas que el propio BNG impulsó en 2011 desde la concejalía de Cultura con la apertura de la Neira Vilas en el Calvario.
«El alcalde abandonó un proyecto llave para garantizar el acceso a la cultura y a la información en todos los barrios y parroquias», afeó Martínez. «En vez de bibliotecas, el Gobierno municipal ofrece salas de estudio, que solo sirven a un sector concreto de la población y en períodos limitados del año», añadió. Un derecho fundamental Martínez subraya que las bibliotecas públicas no soy solo centros culturales, sino «herramientas esenciales para la cohesión social, el encuentro vecinal y la lucha contra la soledad no deseada».
En este sentido, enfatizó que «las bibliotecas tejen redes de colaboración y garantizan el derecho a la cultura durante todo el año, no solo en épocas lectivas». La formación nacionalista exigió la puesta en marcha de la red municipal de bibliotecas, comenzando por el barrio de Teis, donde el vecindario reclama desde hace años una verdadera biblioteca con servicios completos: colecciones actualizadas, personal bibliotecario y espacios de uso comunitario.
«El ayuntamiento debe descartar el proyecto actual de sala de lectura y apostar por una auténtica biblioteca», reclamó la concejala. El BNG defiende que la mayor ciudad gallega «no puede seguir quedando atrás» en materia cultural y anunció que seguirá reclamando «todos los días» que el gobierno municipal abandone su «política de oscuridad cultural». «La cultura no es un lujo, es un derecho», remachó Martínez.





















