La exclusión de Vigo como sede del Mundial de Fútbol 2030, que España coorganizará con Portugal y Marruecos, sigue generando controversia. En declaraciones de esta misma mañana, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha elevado el tono de sus críticas, señalando directamente al Partido Popular (PP) de Vigo, a su presidenta, Luisa Sánchez, y al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, como responsables de lo que califica como una decisión «injusta» y «opaca». Caballero ha vuelto, una vez más, a acusar a estas personas y la Xunta de Galicia de oponerse a que Balaídos sea sede del Mundial.
Acusaciones contra el PP y su presidenta
Caballero no escatimó en reproches hacia Luisa Sánchez, presidenta del PP de Vigo, a quien acusó de respaldar abiertamente la decisión de la RFEF de excluir a Vigo, pese a que la dirigente popular ha expresado en numerosas ocasiones su apoyo absoluto a Balaídos como sede del Mundial. Lo que siempre ha criticado Sánchez es que la candidatura de Vigo «aprobó con un 5 raspado», algo que volvió a recordar en el pleno de este lunes.
Esta declaración es vista por el regidor como un aval al irregular proceso de selección que, no obstante, desde el PP también se ha criticado en numerosas ocasiones. «No plantean que el aumento de la nota de San Sebastián no se sabe cómo se hizo, quién lo firmó, dónde fue la reunión, con qué criterios y de qué forma», denunció Caballero, subrayando la falta de transparencia en la modificación de las puntuaciones que dejó fuera a Balaídos en favor de Anoeta.
El regidor vigués insiste en sus argumentos de que el PP local, en lugar de defender los intereses de la ciudad, ha optado por «destruir» la candidatura de Vigo. «La presidenta del PP de Vigo en el pleno volvió a avalar la decisión de la Federación de excluir a Vigo cuando éramos ciudad sede del Mundial», afirmó, acusándola de alinearse con los intereses de Louzán y la RFEF.
La Xunta en el punto de mira
Las críticas de Caballero también se dirigieron a la Xunta de Galicia, liderada por Alfonso Rueda (PP), y a su conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo. Según el alcalde, Calvo ha tratado de justificar la exclusión de Vigo al afirmar que Louzán ya dio explicaciones, una postura que Caballero interpreta como un intento de la Xunta de obstaculizar la candidatura viguesa. «La Xunta de Galicia, tratando de que Vigo no sea sede del Mundial, está apoyando a Louzán y eximiéndolo de asumir sus responsabilidadesW, sentenció.
Rafael Louzán, en el centro de la controversia
El principal señalado por Caballero es Rafael Louzán, presidente de la RFEF, a quien acusa de encabezar una maniobra para excluir a Vigo. Según el alcalde, la candidatura de Balaídos fue inicialmente seleccionada por un equipo técnico el 25 de junio de 2024, pero 48 horas después, un cambio en los criterios de evaluación relegó a Vigo en favor de Anoeta, el estadio de la Real Sociedad. «Tuvieron que hacer una reforma de las calificaciones que el PP de Vigo avala para excluir a Vigo», afirmó Caballero, calificando el proceso de opaco y carente de legalidad.
Las tensiones entre Caballero y Louzán tienen raíces políticas. Louzán, exdirigente del PP y expresidente de la Diputación de Pontevedra, perdió influencia en la región tras las elecciones de 2015, en parte por el peso electoral de Vigo, liderado por Caballero (PSOE). Este trasfondo alimenta las sospechas del alcalde de que la exclusión de Vigo podría responder a motivaciones políticas.
Defensa a ultranza de Vigo
Ante este escenario, Caballero se mostró firme en su compromiso de defender la candidatura de Vigo «con uñas y dientes». El alcalde destacó la solidez del proyecto de Balaídos, que cumpliría con los requisitos de la FIFA, «el proyecto de Vigo es imbatible cuando se aplican las normas con legalidad», afirmó, insistiendo en que la ciudad merece ser restituida como sede.
La polémica ha trascendido Vigo y ha llegado al Parlamento de Galicia, donde el PSdeG ha exigido la destitución de Diego Calvo por sus declaraciones sobre la «falta de influencia» del gobierno local. Por su parte, el PP de Vigo ha intentado desmarcarse de las acusaciones, proponiendo mociones en el pleno municipal para exigir transparencia a la RFEF y apoyar la candidatura de Balaídos, aunque estas iniciativas no contaron con el respaldo del PSOE.
El Consejo Superior de Deportes (CSD), liderado por José Manuel Rodríguez Uribes, ha propuesto ampliar a 13 las sedes españolas para incluir a Vigo y Valencia, pero esta solución requiere el acuerdo de Portugal y Marruecos, algo que parece improbable. Mientras tanto, la RFEF ha anunciado que espera un informe sobre el proceso de selección en los próximos días, aunque Louzán ha evitado pronunciarse públicamente, lo que Caballero interpreta como un signo de culpabilidad.
La exclusión de Vigo no solo pone en entredicho la gestión de la RFEF, sino que también evidencia las profundas rivalidades políticas en Galicia. Caballero ha acusado a Louzán, Rueda, Calvo y Sánchez de formar una alianza contra los intereses de Vigo, mientras que el PP insiste en que apoya la candidatura de Vigo sin ambages, pero que busca claridad y no confrontación. Con Vigo movilizada y Caballero dispuesto a agotar todas las vías para revertir la decisión, el futuro de Balaídos como sede mundialista sigue en el aire, pero el impacto de esta controversia ya resuena en toda España.