El Consello de la Gerencia de Urbanismo de Vigo que se celebra mañana martes, 30 de septiembre, dará cuenta de la concesión de una licencia para ejecutar una obra menor en un conocido local de ocio nocturno de la zona de Churruca, que fue denunciado por contaminación acústica por la Comunidad de Propietarios del edificio. Sin embargo, el juez acaba de desestimar esta máxima hace tan solo unos días.
Con todo, las obras concretas a las que hace mención el expediente urbanístico suponen la «legalización» de unos trabajos ejecutados por los responsables del local, ubicado en el número 14 de la calle Rogelio Abalde, donde hasta hace pocos meses estaba abierto el pub Origen, y que se detectaron tras una visita de los inspectores urbanísticos, determinando una «presunta infracción» que podría repercutir en la actual licencia de actividad de café bar con música pub.
Así, las obras para las que solicitó licencia la entidad mercantil Noise Vigo SL permiten solventar este problema siendo así, «permisibles», según reza el documento urbanístico, puesto que «se incluyen entre las reparaciones y mejoras necesarias que demanda la higiene, seguridad, ornato, conservación y mejora de las condiciones acústicas, habitabilidad y uso del inmueble».
De este modo, Urbanismo concreta que los trabajos no tendrán «afectación estructural» en el local de la planta baja del edificio, llevándose a cabo así la «legalización» de obras consistentes en tabiquería seca, pintura en paramentos, instalación de puerta metálica lacada y renovación de unidades de climatización. El presupuesto de ejecución material es de 861,34 euros.
Denuncia por ruidos
El local estaba inmerso en una serie de irregularidades urbanísticas habida cuenta de los requerimientos hechos por el departamento municipal. De hecho, se remontan a agosto del pasado año 2024, cuando la Comunidad de Propietarios del edificio con el que linda en la calle Urzaiz y distintos particulares formulan denuncia en materia medioambiental y contaminación acústica contra el local de ocio nocturno, que fueron reiteradas en dos ocasiones más: en octubre y en diciembre del mismo año.
Fue a raíz de esas demandas cuando los inspectores urbanísticos giraron visita y, en abril de este año 2025, detectaron una «presunta infracción» tras observar una «división interior con una puerta de acceso» que no correspondía con los planos originales. Es más, consideran que en su momento se pudieron realizar obras de división e instalaciones en el local «no contemplados o contenidos en el proyecto autorizado», con lo que concluyen que el local no dispone de la licencia municipal actualizada para llevar a cabo la actividad de café bar con música pub.
«De acuerdo con los informes y documentación, las obras puntuales ejecutadas en el local podrían implicar cambios sustanciales en el local, que afectarían a la actividad de Café Bar con Música Pub allí desarrollada. Serían, por lo tanto, obras sin licencia que pueden afectar a las condiciones exigibles de seguridad, aislamiento o de aforo. Y por lo tanto, de la actividad», señala claramente el documento de los técnicos de Urbanismo.
De hecho, en ese mismo momento se dictó una orden de cese provisional de actividad por estar abiertos «sin el preceptivo título habilitante urbanístico», dando un periodo de 24 horas para que interrumpiesen la actividad, al mismo tiempo que iniciaron un expediente de protección de la legalidad urbanística. Los responsables del local hicieron caso omiso al apercibimiento y, en el mes de mayo, Urbanismo resolvió la imposición de multa coercitiva de 1.000 euros por el incumplimiento del cese de actividad ordenado el mes anterior.
Traslado a un local del Arenal
Con todo, en el mes de junio, tras distintos informes y presentación de alegaciones por parte de la entidad mercantil, desde el Concello de Vigo determinan que los cambios introducidos «deben ser legalizados» ofreciendo un plazo de tres meses para presentar la oportuna solicitud de licencia, «manteniéndose la suspensión de los usos».
Y así fue como a finales de dicho mes, los propios responsables del pub vigués comunican a sus seguidores a través de sus redes sociales que el local debe permanecer cerrado «por obras ajenas a nosotros y hasta su finalización» y que el equipo del local de ocio nocturno se traslada temporalmente a un establecimiento de la calle Inés Pérez de Ceta, en la zona del Arenal.
De este modo, en el mes de julio, la entidad mercantil solicita a Urbanismo la licencia para legalizar las obras por tratarse de un inmueble catalogado e incorporando toda la documentación técnica, memoria urbanística y constructiva así como presupuesto y planos, que obtiene el visto bueno favorable de Urbanismo este mes de septiembre.
Sin embargo, la licencia de obras queda supeditada a la resolución de la demanda por contaminación acústica. De hecho, señala claramente que «no resuelve» el tema y que «queda pendiente» de la verificación del cumplimiento de la normativa acústica por parte del local, con la comprobación de las mediciones sonométricas que tendrá que llevar a cabo el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento.
Desestimación de la demanda
La problemática con la Comunidad de Propietarios del edificio donde se asienta el local ya viene de antiguo. De hecho, así lo confirman los propios responsables del establecimiento de ocio nocturno, que han intentado resolver los conflictos con los particulares sin lograr llegar a acuerdos, teniendo que dirimirse en vía contencioso administrativa.
Es más, en el año 2023 se vieron obligados a presentar una denuncia por no hacerse cargo de unas obras de reparación en el interior del local que, como aseguran desde el pub, debían asumir desde la Comunidad de Propietarios. La relación con los vecinos es lo que, subrayan, ha llegado a provocar la situación actual en la que se encuentran.
De hecho, tras las denuncias presentadas a finales de 2024 ante el Concello de Vigo en materia de contaminación acústica, la Comunidad de Propietarios quiso dar un paso más ya que, al no obtener respuesta del departamento municipal, decidió presentar un recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento vigués el pasado 11 de marzo de este año por «inactividad» de la Administración.
Sin embargo, en el ámbito de ruidos no consiguieron nada ya que el juez acaba de desestimar el caso, estando todavía en plazo para interponer recurso de apelación.
El principal motivo radica en la negativa de la Comunidad de Propietarios de permitir las correspondientes mediciones sonométricas por parte de la Policía Local -legalmente habilitados para ello-, habiendo presentado ellos mismos un informe de medición realizado por una empresa privada que el juez no admite.
De hecho, en la sentencia llega a calificar de «actitud obstaculizadora» la actuación de los mismos, señalando que «los propios recurrentes han obstaculizado la posible realización de tales mediciones por parte de los agentes municipales, propuestas por la entidad codemandada», esto es, los responsables del pub Origen.
Con todo, insisten en que resulta «requisito imprescindible» para determinar el incumplimiento de la ordenanza de emisiones acústicas, las mediciones que debe llevar a cabo la Policía Local y que, al menos hasta el día de hoy, «no solamente no se realizaron dichas mediciones a instancia de los vecinos -sin que conste ninguna queja al efecto en los registros de la Policía Local, sino que los propios recurrentes han obstaculizado la posible realización de tales mediciones por parte de los agentes municipales, propuestas por la entidad codemandada», según se señala en la resolución judicial.