“Se producen muchas más cancelaciones de operaciones que las que se cuentan en la prensa”, señaló Bettermieux antes de narrar la esperpéntica situación vivida hace unos días. “No es nuestra intención alarmar, pero gráficamente refleja muy bien los hechos”, aseguró antes de explicar que la semana pasada surgió una cirugía inaplazable que requería una intervención urgente de craneotomía.
“Esta operación requiere el uso de un motor con sierra. Como quiera que en ocasiones anteriores fue necesario el uso de este motor. Este se encuentra paseando por Vigo camino de esterilización. Se busca otro, pero no hay, ni en el almacén, ni en cajas… Se solicita por la vía jerárquica habitual”, explicó Lilián antes de continuar con su relato.
“La operación surgió a las 14:00 horas, a las 17:30 dicen que el motor llegará a las 18, a las 19 llamamos nuevamente y nos dicen que llegará a las 21:30. En medio de todo el proceso se intentan otras alternativas, un Hilán eléctrico pero no tiene sierra, un Hilán de bola que no funciona; abrimos otro motor distinto pero… no tiene sierra. Abrimos entonces una sierra Gigli pero no tiene pasador. Desconocemos si después de las 21:30 llegó el motor o no. Bastante antes, desesperados, se hizo una intervención no habitual, se opera con un motor incompleto, pero en lugar de cortar, el hueso se fresó. El paciente quedará con un defecto de por vida, innecesario. Si hubiésemos esperado a las 21:30 horas, estaría irremediablemente muerto”, señaló ante las caras de sorpresa de los concejales y el público presente en el salón de plenos.
Lilián también hizo un repaso a las deficiencias que se producen en las Urgencias, servicio del que dijo “ya se ha quedado pequeño y no hemos llegado al invierno”, e incidió en la carencia de personal para atender a pacientes. “Se han suprimido puestos, hay una auxiliar de enfermería para cada quirófano cuando en el Xeral eran dos”. Respecto a la UCI pediátrica apuntó que no hay puntos de agua y en referencia a las dietas que se sirven a las personas ingresadas explicó que “obliga a los padres a llevar comida de casa o de la cafetería”. Además, mencionó la situación caótica del material procedente del Hospital Xeral y del Meixoeiro, almacenado “en cajas”, así como el mal funcionamiento de la lavandería o del circuito de esterilización.