Con ocasión de la campaña de intensificación de los servicios impulsada por el Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Galicia y al objeto de conseguir la máxima visibilidad de las actividades de prevención de la seguridad vial, la Guardia Civil de Tráfico montó este martes un dispositivo especial en el que se realizaron 502 pruebas de detección de alcoholemia y 8 conductores fueron descubiertos arrojando un resultado positivo en controles preventivos. Todos fueron denunciados por vía administrativa.
Sanciones por alcoholemia
Según informó la Comandancia de Pontevedra, para estos conductores, tomados como tales aquellos que hubieran sido sancionados en el año inmediatamente anterior por dar positivo a alcohol, la sanción es de 1.000 euros y la detracción de 6 puntos. Esta misma sanción y detracción de puntos se aplica también a aquellos conductores que circulen con una tasa que supere el doble de lo permitido. Para los no reincidentes y para los que den una tasa de entre 0,25 y 0,50 mg/l., la sanción es de 500 € y la detracción de 4 puntos. Aquellos que hayan sido puestos a disposición judicial se enfrentan a penas de prisión o multa y en todo caso privación del derecho a conducir por un tiempo superior a un año y un día.
1.000 euros de multa por drogas
En lo referente, a las drogas, se han realizado 8 pruebas de detección de drogas. De los conductores sometidos al test salival para comprobar la presencia en el organismo de drogas, 5 resultaron positivas, es decir el 62,5% del total, a los cuales se les ha formulado expediente denuncia por vía administrativa. Como viene siendo habitual, entre las drogas más consumidas están el cannabis seguido de la cocaína. Además en 2 conductores se ha detectado policonsumo, es decir, positivo a más de una sustancia.
En el caso de las drogas, la ley prohíbe conducir con presencia de drogas en el organismo del conductor, quedando excluidas las sustancias que se utilicen bajo prescripción facultativa y con una finalidad terapéutica. Esta infracción catalogada como muy grave está castigada con una sanción de 1.000 € y la retirada de 6 puntos.
Tras la detección del vehículo en este dispositivo para la realización de la prueba de alcohol o drogas conllevó la aplicación del plan integral de vigilancia y que consiste en la comprobación de la documentación del conductor, con especial atención a las condiciones del vehículo, en lo referente principalmente a los neumáticos y el alumbrado, por tal motivo se formularon 40 denuncias:10 al reglamento de vehículos, 5 al de conductores y 25 a otras disposiciones.
Balance
«Se ha constatado un descenso del número de denuncias por el consumo de alcohol o drogas. Si bien son una minoría los conductores que han arrojado resultado positivo sobre el total de los conductores sometidos a las pruebas para detectar el alcohol o las drogas, el balance para la seguridad vial no es plenamente satisfactorio, toda vez que lo deseable para la seguridad vial es formalizar 0 actuaciones derivadas del consumo de estas sustancias, pues no hemos de olvidar que aunque nos creamos en pleno uso de nuestras facultades físicas y mentales, la ingesta de las sustancias referidas hace que multipliquemos el riesgo de sufrir o provocar un accidente. Además, repercute en una mayor mortalidad al ser factores relacionados con un peor pronóstico en las lesiones sufridas. Según refieren los expertos, si se eliminase el consumo de drogas y alcohol por los conductores, se podrían salvar 1.000 vidas cada año», afirma la Comandancia de la Guardia Civil en un comunicado.
Durante esta campaña de intensificación de los servicios que se prolongará hasta la finalización de las fiestas navideñas, además de la velocidad, el alcohol y las drogas también será objetivo de vigilancia las condiciones del vehículo, prestando especial atención a todos los elementos de seguridad del vehículo: neumáticos, luces, señalización e, ITV, más teniendo en cuenta que la antigüedad media de los vehículos en los que se desplazaban los fallecidos en carretera en los primeros seis meses de 2016 asciende a 14 años y que el riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos con vehículos de 10 a 15 años de antigüedad, en relación con los de menos de 5 años.