La incomparecencia de uno de los cinco acusados ha obligado a suspender el juicio previsto para este miércoles y este jueves en la sala de lo Penal 3 de Vigo, por el robo de una joyería en el barrio de Coia, a la que los ladrones accedieron practicando un butrón en un local contiguo.
La previsión era que la vista comenzara este miércoles, y todos los acusados, en libertad pero fuera de Galicia, comparecieron por videoconferencia, salvo uno de ellos, por lo que, finalmente, la jueza optó por suspender.
Ésta es la segunda vez que tiene que aplazarse este juicio. En el banquillo se sentarán los cuatro autores del robo y un quinto, que colaboró con el alquiler del vehículo en el que los ladrones se desplazaron desde Vigo a Madrid, y en el que huyeron en sentido inverso.
Escrito de la Fiscalía
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron de madrugada, cuando, mientras uno de los procesados hacía tareas de vigilancia, otros tres violentaron la cerradura de una oficina bancaria en desuso, en la Avenida de Castelao, y que se encontraba contigua a un taller de joyería.
Tras romper el bombín de la cerradura, los acusados entraron en ese local y colocaron otro bombín para no ser descubiertos. Desde ese local anexo, practicaron un butrón en la pared que daba al taller de joyería y, una vez en dicho taller, desconectaron la alarma y los sensores de movimiento.
Utilizando una lanza térmica o algún instrumento similar de oxicorte, agujerearon la caja fuerte y se llevaron joyas y relojes, así como una báscula de precisión, todo ello valorado en más de 91.000 euros.
A continuación, tres de ellos huyeron en un vehículo que, previamente, otro de los miembros del grupo había alquilado en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Así, regresaron a la capital y devolvieron el vehículo. Ninguno de los efectos sustraídos pudo ser recuperado.
La Fiscalía califica los hechos como un delito de robo con fuerza en local abierto al público y pide, para dos de los acusados, en los que concurre la agravante de reincidencia, 4 años de prisión; mientras que para los otros tres reclama 2 años y 10 meses de cárcel. También solicita que todos los procesados indemnicen a la dueña del taller de joyería en los más de 91.000 euros en los que se valoraron los efectos robados.