Espera impaciente en el hall del Hotel Bahía de Vigo para atender a los periodistas. Es un paso más en su lucha por defender su inocencia y responde, sin vacilar, a todas las preguntas de la prensa. Paula Muñoz fue condenada en febrero de 2015 a cuatro años de prisión y multa de 356.000 euros con responsabilidad personal subsidiaria de 6 meses de prisión en caso de impago por un delito de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico.
El pasado mes de octubre presentó un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, última vía judicial que le queda para frenar el ingreso en prisión que reclama la Audiencia Provincial después de que el Supremo confirmase el fallo. “Solo quiero que lo lean, porque detrás de este recurso hay una persona”, asegura.
Su pesadilla comenzó hace ya diez años al ser imputada en el “Caso Culebras”, una investigación que destapó el blanqueo de capitales procedente del narcotráfico. “Mi casa no fue registrada, no se tomó ninguna medida cautelar contra mí, no se probó que el dinero que tenía procedía de mi tío, nada”, insiste tras destacar que sus ingresos procedían de su trabajo en promoción inmobiliaria y recursos humanos.
Relata que al ser imputada no se le admitió presentar documentación, como balances y contabilidad económica, para demostrar sus ingresos y evitar ser acusada. La relación con su familia es inexistente y asegura que desconocía las actividades de Juan Carlos González, algo que solo descubrió a través del sumario judicial.
“Mi tío podía haber dicho simplemente que yo no tenía nada que ver, clama el cielo, era solo decir que mi sobrina no está implicada y listo, pero me han dejado sola desde el principio, aunque antes tampoco tenía una relación estrecha, solo cordial”, señala antes de recordar que “no me hacían regalos en Navidad ni en mi cumpleaños” para argumentar la ausencia de un relación económica con el cabecilla.
Paula considera que es víctima del “marketing” a la hora de anunciar que han desarticulado una trama dedicada al narcotráfico. “Es más bonito que hablen de una red de narcotráfico y del desmantelamiento de una red, no es igual que sean seis que ocho implicados”, señala. Tiene pocas esperanzas de que su recurso de amparo sea admitido en el Constitucional y también se niega a pedir un indulto. “Soy inocente, si quieren cometer esta injusticia, iré a prisión”, señala.
Respecto a su entrada en prisión afirma estar lista psicológicamente para afrontar el encarcelamiento. “Sí, sí, bueno, creo que sí, en mi trabajo me dedico a la inteligencia emocional y eso me está ayudando a llevarlo. Allí (en la cárcel) haría lo que hago aquí, me gustaría seguir ayudando a los demás, dando clase, motivaría a los presos para que estudiasen, intentaría mejorar su vida, aportar mi granito de arena”, añade.
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