El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, ha recordado al alcalde, Abel Caballero, que es el Ministerio de Sanidad el que «ostenta en exclusiva» las competencias sobre la organización de las pruebas de acceso a las plazas de formación sanitaria especializada, «una función en la que no participan en nada las comunidades autónomas».
Así lo ha señalado el conselleiro en una carta enviada al regidor olívico, el cual declaró que la Xunta no habría planteado al Ejecutivo central su deseo de que Vigo sí acogiese exámenes MIR (y demás formaciones sanitarias), después de que el Ministerio sacase de la lista a varias ciudades.
En la misiva, Caamaño asegura que la Xunta comparte «plenamente» esta inquietud con el alcalde, lamentando que el Gobierno decidiese eliminar a Vigo y a otras cinco ciudades españoles de la relación de sedes de las pruebas de acceso a la formación sanitaria especializada que se celebrarán en enero de 2026.
Según explica, en la reunión de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud en la que se presentó el borrador de la orden de convocatoria, el Gobierno de España «desatendió la demanda de las comunidades autónomas en la que manifestamos nuestra disconformidad con la reducción del número de sedes de los exámenes», que pasan de 28 a 22, con la eliminación de Vigo.
«Lamento por lo tanto la confusión que te llevó a atribuirle a la Xunta de Galicia responsabilidades sobre una decisión que adoptó de forma exclusiva el Gobierno de España en el ejercicio de sus competencias sobre la organización de las pruebas», apunta Caamaño en la carta, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Además, sentencia que la Xunta comparte el «malestar» que manifiesta Caballero por la eliminación de Vigo como sede, por lo que volverá a expresar su posición «en todos los foros en los que resulte pertinente hacerlo».
Precisamente esta mañana Abel Caballero insistió en que Caamaño, en la reunión con el Ministerio, no planteó el rechazo de la Xunta a que Vigo se quedase sin exámenes MIR. «Si lo hubiese planteado, lo hubiese aceptado la ministra», ha apuntado, como pasó, según dice Caballero, con el caso de la ciudad de Cáceres, que no aparecía en el borrador inicial y finalmente sí se incluyó.