Las cartas que la Dirección General de Tráfico (DGT) remitió durante el pasado mes de agosto a no pocos conductores advirtiéndoles de que habían superado los 100 kilómetros por hora en el tramo de la AP-9 entre el túnel de Candeán y Puxeiros, se debieron a un error humano, según han confirmado a Vigoé fuentes de la Subdelegación de Gobierno.
Las cartas explicaban a los conductores que habían sido pillados por un radar de tramo, es decir, uno de esos radares que calculan la velocidad media de un vehículo entre dos puntos dados, superado la velocidad máxima permitida: 100 kilómetros hora. Les decía que era una advertencia, pero que a partir de septiembre llegarían multas en lugar de advertencias en caso de persistir en conducir por encima de la velocidad permitida.
Sucede que una señal en el mismo tramo, entre los kilómetros 155.220 y 158.980, marca un límite de velocidad de e 120 km/h, lo que generó una importante confusión entre los conductores.
Pues bien, el problema es que el radar se calibró erróneamente para advertir a partir de los 100 km/h, cuando tenía que haber calibrado para llamar la atención a los condfuctores que superasden los 120 km / h.
El caso es que el radar entra en servicio este viernes y que todos los coches cuya velocidad media supere los 120 km / h entre los dos puntos dados, recibirán, esta vez sí, una multa en sus buzones.
No es, además,. el único radar de tramo que entra en servicio en la provincia de Pontevedra, la única de toda Galicioa que estrena estos radares: otro en Vilaboa, en la Nacional 550 tambnién empieza a multar este viernes. Está situado entre los puntos kilométricos 126.730 y 129.100.