La Asociación de Vecinos Zona Centro de Vigo ha dado un paso más en su batalla contra la Navidad tal y como la entiende el alcalde, Abel Caballero, y su equipo de Gobierno: ha presentado ante la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, dependiente de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia, una solicitud formal para que los jardines de la Alameda sean declarados Bien de Interés Cultural (BIC), conforme a lo establecido en la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia.
De conseguirlo, la Alameda disfrutaría de un grado de protección que impediría la instalación del Cíes Market cada Navidad en sus jardines, que es el fin último que buscan los vecinos de la zona centro, los cuales no están solos. Respaldan su iniciativa el PP, el BNG e IU. También entidades como la Asociación para a Defensa do Patrimonio Galego Apatrigal, la Favec, el Instituto de Estudios Vigueses, Vigo Histórico, Ecoloxistas en Acción, Verdegaia, Amigas da Terra o Greenpeace.
O la Estación Fitopatolóxica de Areeiro y la Universidad de Santiago de Compostela, que han emitido sendos informes técnicos que advierten de manera contundente sobre los daños irreparables que estas actividades ocasionan en los jardines. Y también expertos en diferentes materias, como quienes firman los diferentes informes que los vecinos han añadido a su petición: un informe botánico realizado por Antonio Regueiro Rodríguez, Catedrático Emérito de la Universidad de Santiago de Compostela; uno histórico, obra de Santiago Rodríguez Caramés, doctor en Historia del Arte; y uno artístico-escultórico, firmado por Mercedes Bangueses Vázquez, doctora en Historia del Arte.
¿Unos jardines desprotegidos?
Toda esta gente entiende que las actividades que se promueven y autorizan en la Alameda, específicamente el mercadillo de Navidad, han provocado un daño irreparable a un espacio catalogado como jardín histórico e incluido en el Catálogo de Bienes Culturales del Plan de Ordenación Municipal de Vigo y en el Inventario de Bienes Culturales de Galicia.
Una protección que, en todo caso, no ha impedido que desde hace años, y durante un periodo superior a dos meses cada año, el Concello ceda gratuitamente la Alameda a un grupo de empresarios procedentes de Madrid, que explotan este espacio público para desarrollar actividades mercantiles orientadas exclusivamente a su propio beneficio económico.
«Esta cesión transforma los jardines protegidos en una feria multitudinaria de comida y bebida, con la instalación de aproximadamente un centenar de casetas de madera, la mayoría de ellas destinadas a la venta de alimentos y bebidas alcohólicas, aparentemente sin ningún tipo de control sanitario«, señala la Asociación de Vecinos Zona Centro de la ciudad, la cual recuerda que ha documentado reiteradamente numerosas prácticas ilícitas y expresamente prohibidas por la ley que se llevan a cabo en ese espacio cada Navidad.
Un paso al frente
«No podemos consentir que la Alameda siga siendo utilizada como un mero instrumento de lucro para determinados empresarios ajenos a la ciudad, en detrimento del patrimonio cultural y natural de Vigo. La declaración como BIC no responde a un simple deseo, sino que constituye una medida imprescindible y urgente para evitar que la Plaza de Compostela acabe transformándose en un espacio desprovisto de su esencia», afirman.
Los vecinos recuerdan que este mismo Gobierno de Abel Caballero vetó en su momento otras actividades en el mismo espacio, por ejemplo la instalación de 14 casetas durante la Feria del Libro en 2014, para evitar así el deterioro de los jardines. Una postura que choca frontalmente con la que mantiene ahora.
«Esta protección legal permitirá establecer límites claros sobre los usos permitidos, garantizar la adecuada conservación del entorno y asegurar que las generaciones venideras puedan disfrutar de este jardín histórico en condiciones dignas», finalizan los vecinos con la esperanza de que su petición forman sea atendida por Patrimonio.