Los vigueses pagan el recibo del agua más caro de Galicia y uno de los más gravosos de toda España, una realidad que ha puesto sobre la mesa un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), como ya ha contado Vigoé, y que este jueves ha dado pie a preguntas, críticas y propuestas por parte de los dos partidos de la oposición.
El Partido Popular, por medio de su presidenta, Luisa Sánchez, ha subrayado el hecho de que haya sido precisamente la OCU, «a la que tanto alaba (el alcalde, Abel) Caballero», la que «ha vuelto a dejar en evidencia el afán recaudatorio de su gobierno”.
Luisa Sánchez ha recordado que “en Vigo pagamos de media 50 euros más al año por el agua que en A Coruña, y más del doble que en Ourense. Y esto a pesar de que con el nuevo recibo que se implantó hace unos años Abel Caballero aseguró que no habría ninguna subida del recibo. La realidad, como vemos, ha vuelto a desmentir su discurso”.

Por ello, la dirigente popular se ha preguntado qué va a hacer Caballero con la concesionaria del agua, FCC Aqualia, cuya concesión expira el
próximo 31 de diciembre. “¿Acaso va a prorrogarle una vez más y por otros cinco años perpetuando así un negocio millonario que pagamos todos los vigueses, o va a sacarla a concurso como prometió que haría ya en 2020 para actualizar y modernizar un servicio cuya concesión data de 1991?”.
Según Sánchez, “Caballero está más interesado en tener la hucha del ayuntamiento a rebosar que en la salud de bolsillo de los ciudadanos”. Al respecto, ha recordado que ya se ha aprobado una nueva subida de impuestos, de nuevo del 4%, para el año 2026 y que mañana, viernes, los vigueses vivirán un nuevo episodio del “hachazo fiscal” del gobierno de Abel Caballero con el cobro del IBI a los contribuyentes que tienen el recibo domiciliado.
La postura del BNG
Para los nacionalistas, el modelo de gestión del agua actual es una «estafa impuesta por el rodillo absolutista de Abel Caballero» en 2021 que, como ya anunciaron en su momento, no iba a suponer un ahorro para los vigueses, al contrario.
Por ello, Igrexas ha vuelto a acusar al Gobierno municipal de aplicar un modelo que no contempla un pago por consumo real y con descuentos «ridículos», de solo medio euro al mes para un número muy limitado de hogares vigueses. El nuevo sistema tarifario que, por el contrario, elevó un 276% las cuotas fijas para usos domésticos y un 531% para el comercio de proximidad y las pequeñas y medianas empresas, como reconocía la propia intervención municipal.
Como han defendido en muchas ocasiones, los nacionalistas apuestan por la remunicipalización del servicio del agua para abaratar el recibo, para lo cual demandan crear un Grupo de Trabajo específico en el seno de la Comisión Informativa de Presupuestos y Hacienda, con participación del tejido asociativo y de personas expertas, para definir un nuevo modelo integral de la gestión del agua
El portavoz municipal nacionalista criticó también el «mal servicio» que se presta con el actual modelo privatizado, y afeó las incidencias y cortes de suministro «constantes» en los barrios y parroquias. Lamentó también la falta de voluntad de la concesionaria y del Gobierno local para realizar una auditoría de la red para corregir las pérdidas de agua que, en algunos puntos de la ciudad, llegan al 30%.
Con la propuesta de remunicipalizar el servicio, el Bloque pide seguir el camino de otras ciudades como Terrasa o Valladolid, y de grandes capitales europeas como París y Berlín, que revirtieron la privatización del servicio. «La gestión pública es la manera de garantizar que un bien imprescindible como el agua esté a raya democrático», valoró Igrexas.























