Al menos tres arcos con luces de Navidad se han venido abajo desde su instalación: uno en la calle Brasil, otro en la Florida y otro más en la calle Camelias. Se trata de incidentes que, afortunadamente, no han causado daños personales pero que han despertado la preocupación del BNG, que teme, además, que el número de incidencias sea superior.
«El Gobierno local tiene que reforzar la seguridad; no podemos permitir que las luces de Navidad, que le cuestan a la ciudad casi 2,5 millones de euros cada año, supongan un riesgo para las personas», ha dicho este viernes el portavoz del BNG de Vigo, Xabier Pérez Igrexas.
Según los nacionalistas, la causa de estos incidentes está en «la precariedad del material sobre le que se cuelga las propias luces», pese a que la normativa legal fija que los arcos de iluminación deben estar diseñados, anclados y montados para resistir cargas de viento y vibraciones y exige que en zonas de tránsito de personas no exista ni riesgo de caída de elementos.
«La seguridad no se limita al montaje inicial. Es obligatoria una vigilancia periódica, especialmente tras episodios de viento o lluvia intensa, con el deber de retirada inmediata de elementos de riesgo», ha dicho Pérez Igrexas, quien ha recordado que «el Concello, como titular de la vía pública y como promotor directo de la instalación de las luces de Navidad, tiene el deber de garantizar la seguridad ciudadana».
Entiende el BNG que las caídas de las luces son consecuencia o bien de deficiencias en el diseño, o bien de la ejecución, o bien del control de estas instalaciones, por eso, afirman, pedirán al Gobierno local que informe de las actuaciones y medidas que ha adoptado ante estos incidentes y que facilite copia de los informes de todas las intervenciones de los Bomberos y la Policía Local.


























