El desgarrador testimonio de Javier Barios es una mezcla de dolor e indignación. La extraña muerte de su esposa sigue sin esclarecerse y nadie le ha dado una respuesta. Ahora teme que el Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo, encargado de la investigación, archive la causa sin saber ni siquiera los resultados de la autopsia, por lo que anuncia medidas para evitar que el caso caiga en el olvido.
¿Infarto, negligencia médica, omisión de socorro… ? Su mujer fue hallada muerta la mañana del 14 de enero en uno de los pasillos principales del Hospital Álvaro Cunqueiro y la Policía abrió diligencias para esclarecer las causas.
Los hechos se registraron alrededor de las seis y media de la madrugada cuando la fallecida sufrió un desvanecimiento en el momento en que entraba en el hospital para visitar a un familiar y se encontraba en uno de los pasillos principales del centro médico en los que se ubican las oficinas.
Fuentes del hospital apuntaron entonces que, según los primeros indicios, nadie se percató de su presencia y permaneció en el suelo durante una media hora. Fue trasladada a los servicios de urgencias, pero nada se pudo hacer por reanimarla. El médico de Urgencias señaló como causa probable de la muerte un infarto, pero hasta el momento no se ha confirmado.
Javier Barros, harto de esperar y de «no saber qué explicarle a mis hijos», compareció este miércoles en rueda de prensa para denunciar los hechos. «Después de tantos meses, tengo varias preguntas que me hago y no puedo resolver: ¿Por qué no llegan los resultados de la autopsia?¿Es normal que pasen nueves meses?», señala antes de preguntarse por el borrado de las cintas.
«¿Por qué los responsables del hospital en materia de vigilancia dicen ahora que las grabaciones de las cámaras de la vela B se han borrado, cuando por ley tenían que guardar el disco duro de esas horas por estar sometido a investigación judicial?¿Qué se ve en esas grabaciones para que se quisiera ocultar su contenido?», señala.
A través de dichas cámaras del centro médico, se supo que otra pesona de visita la vio tendida en el suelo y no la asistió. En su declaración ante la Policía argumentó que la escuchó roncar y creyó que estaba dormida y por esa razón no le prestó ayuda.
El hombre ha presentado también una solicitud al Defensor del Pueblo y culpa a todas las administraciones de lo ocurrido, desde la Gerencia del hospital al conselleiro Jesús Vázque Almuíña o la Junta de Personal. «Nadie me ha llamado, ni Gerencia, ni el conselleiro, ya puedo esperar sentado por él, ni la Junta de Personal, que según se publicó en los medios se había reunido con los responsables del hospital», afirma.
Las preguntas de Javier Barros se acumulan. «Por cierto, tuve que llamar yo al móvil de mi esposa a las ocho de la mañana. ¿cómo es posible que no se pongan en contacto con los familiares?», explica.
A pesar de las solicitudes realizadas a través de su abogada, no ha recibido respuesta y tampoco se ha llamado a declarar a la pesona que vio a su mujer tirada en el pasillo. «El juzgado dice que no puede avanzar si no tiene autopsia, es como una pescadilla que se muerde la cola», añade Barros antes de apuntar que alguien permitió el acceso a su mujer por la puerta principal pese a que el centro médico debería estar cerrado hasta las 06:30 horas.