A sus 74 años, «llevados como si tuviese 64», Joaquín afronta una recta final del mes de agosto lesionado y sin saber qué pasos dar a partir de ahora, tras comprobar que el gimnasio municipal del Berbés no cuenta con un seguro que se haga cargo del accidente que sufrió este martes, al fallar una de las máquinas en las que hacía, como cada día, ejercicio.
El martes sufrió el accidente en una máquina que ya había dado varios avisos a otros usuarios del gimnasio, fallando. En esta ocasión, se desprendió la parte abatible del banco, en la sala de musculación, haciendo que se cayese y golpeándose la muñeca, donde sufrió un esguince, y el hombro, pendiente de realizar más pruebas médicas para determinar el alcance del daño.
Tras el accidente, Joaquín preguntó en el gimnasio si tenía seguro de accidentes o de responsabilidad civil y le trasladaron que no y que hiciese su reclamación como si hubiese tenido el accidente en la calle, algo que rechazó.
Así, acudió al hospital Concheiro, donde fue atendido de urgencia y citado para una revisión, el próximo lunes. Este centro médico fue el que le ha confirmado, este jueves, sus temores. «Me acaban de llamar para decirme que hicieron las gestiones con el Concello y que no hay seguro», ha explicado este hombre, usuario frecuente del gimnasio municipal del Carmen, en As Travesas, pero que este mes se ha desplazado hasta el del Berbés ante el cierre, por vacaciones, del primero.
Tras la llamada del hospital, Joaquín acudió al juzgado presentar la denuncia contra el Concello y el concejal de Deportes por la ausencia de un seguro y por la falta de mantenimiento de los aparatos en el gimnasio. «En cualquier sitio te obligan a tener un seguro, ¿cómo es posible que no lo tengan en una instalación municipal? ¿Tampoco tienen seguro las piscinas?», se ha preguntado.
Así, relata que en el centro sanitario le han dicho que, al no tener seguro el Concello, tienen que derivarle a él las facturas médicas. Mientras tanto, desde el consistorio no se han puesto en contacto con él para interesarse por su estado, tan solo recibió una llamada de «un tal Pablo». «Me dijo que por qué había ido a un hospital privado, que por qué no había acudido a la Seguridad Social», relató.
Admite que no tiene «ni idea» de a cuánto podrían ascender las facturas. «Me siento desamparado, no sé qué hacer y tampoco sé si tendré que adelantar el dinero», admite. En su caso se trata de un daño en el hombro, pero se cuestiona qué habría ocurrido si la pesa de 20 kilos se le hubiese caído en la cabeza provocando una brecha, dejándole inconsciente, o en la boca, partiéndole la dentadura.
«Si tienes un accidente, no cargas a la sanidad pública con eso porque se presupone que hay un seguro que lo cubre. Y en el Concello me dicen que cómo se me ocurre ir al Concheiro», insiste para, acto seguido, subrayar que «una cosa es que me tropiece o se me caiga algo, y otra muy distinta es que falle una máquina y tenga un accidente, que fue lo que ocurrió».
Tras lo ocurrido, Joaquín ha recibido el apoyo de la Federación Vecinal, que ha convocado una concentración de protesta el próximo viernes, 29 de agosto, a las 19:30 horas ante el gimnasio. También de otros usuarios, como José Luis, que tuvo un problema con la misma máquina en el mes de julio pero que no resultó, afortunadamente, herido.
«Lo que no entiendo es la dejadez que tiene el Concello con el gimnasio, ni revisiones ni mantenimiento y se ve que no hay nadie que se encargue de esas cosas… y eso que ya estaban avisados por las veces que falló antes la máquina», remarca. Al respecto, lamenta que el gasto de dinero municipal «adornando las calles» y que no se destinen «cuatro duros a un buen mantenimiento de las cosas internas».
no m llamaqron para nada