El sindicato ha ejercido como portavoz de los funcionarios del servicio de extinción de incendios, que por convenio debería disponer de 149 trabajadores pero actualmente alcanza “escasamente” los cien “por falta de previsión en la convocatoria de plazas”. Ante la necesidad de cubrir las jornadas, la CUT denuncia que se están haciendo 37.500 horas extraordinarias al ano, lo que está convellando un coste adicional de medio millón de euros a las arcas municipales.
Ante la negativa de continuar haciendo estas horas extra en un trabajo de peligrosidad en el que la media de edad de la plantilla ronda los 50 años, el Concello de Vigo optó por “imponer un decreto de obligado cumplimiento para que los bomberos doblen sus jornadas”.
“Esta situación está llevando a la plantilla a no tener conciliación ni vida privada, provocando situaciones de estrés y ansiedad que desembocarán en bajas y menos personal. A mayores, en los próximos tres años se van a jubilar unos veinte trabajadores y las plazas convocadas siempre estarán por debajo”, advierten desde la CUT.
Todo ello, reitera el sindicato, incide en que Vigo, la ciudad más grande de Galicia, tenga “el peor servicio de bomberos con el riesgo que esto supone la ciudad y su área metropolitana”. Ante esta situación, la CUT y la CIG han anunciado que en próximas fechas irán “intensificando su acción sindical” para lograr tener un servicio digno en medios humanos y materiales.
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha sido preguntado este jueves por el asunto, pero ha rechazado hacer declaraciones a los medio de comunicación sobre el tema.