Sea como fuere, los empresarios del sector esperan que las reservas de última hora acaben con todos los huecos disponibles a sólo tres días para activar los diez millones de LEDs que iluminarán Vigo. Los precios influyen para que no haya lleno y para que en portales como Booking aún se puedan encontrar plazas libres. Además, algunos hoteles ‘guardan’ habitaciones para compromisos o dejan las menos económicas para el final.
La situación no se limita únicamente al día D. También tendrá continuidad al menos los dos siguientes fines de semana. La noche del 30 de noviembre al 1 de diciembre también ronda el 90% de ocupación –por internet incluso el 95%-. Pero la palma se la llevará el puente posterior, que dejará varios días consecutivos de lleno.
Tanto en las camas que ofrecen los portales de internet como las que gestionan por cuenta propia los hoteles entre el 5 y el 8 de diciembre están a punto de llegar al 95% y nadie duda de que se alcanzará el cien por cien. El presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo, Jaime Pereira, confiesa que a pesar de las buenas expectativas existentes esta “avalancha” de reservas, superior a la del año pasado, ha sido “impresionante” e “inesperada”, por lo que valora los datos como muy positivos.
Aunque los siguientes fines de semana, de 13 de diciembre en adelante, los niveles de ocupación están más estancados creen que irán a más a medida que se acerquen las fechas. En ello también tendrá mucho que decir el tiempo. “Lógicamente, no pedimos que haga calor pero ojalá el clima cambie y no llueva”, apunta.
Turismo de proximidad
Mientras las noches de los sábados se completan, el resto de días de la semana se mantienen en cifras poco destacables. Para esas jornadas más flojas, los hoteles confían en el turismo de proximidad, principalmente de Galicia y del norte de Portugal, es decir, clientes que “se dejen caer” por Vigo y duerman o no en función de lo que les lleve el viaje de vuelta a su origen.
Los establecimientos cuentan con la ventaja de que las luces de Navidad sólo se pueden disfrutar cuando ya ha caído la noche, un factor que juega a su favor para que los visitantes no quieran coger el coche de regreso muy tarde. En todo caso, están recibiendo muchas reservas sólo para comer o sólo para cenar en sus restaurantes.