El Concello de Vigo ha declarado desierto el contrato para restaurar los soportes de los cañones rusos que se encuentran a las puertas de la fortaleza de O Castro después de que el plazo finalizase el pasado 22 de julio sin que ninguna empresa se hubiese presentado al contrato, licitado por 33.190 euros.
El objetivo de la licitación es devolver las cureñas de madera que sostienen los dos cañones rusos a su estado inicial tras haberse deteriorado en exceso la madera, expuesta a la intemperie del tiempo y a los miles de turistas que visitan la fortaleza, a través de la puerta principal del segundo recinto defensivo del castillo del monte de O Castro.
Y es que con el paso del tiempo, las cuñeras de madera utilizadas para apoyar y estabilizar los cañones se pueden deteriorar y dañar, lo que pone en riesgo la integridad de estos objetos y su correcta exhibición en museos o espacios públicos. En este caso, se trata de dos cañones procedentes de la Rusia imperial del siglo XIX.
Las cuñeras de madera, a simple vista, presentan diversos signos de deterioro que afectan a su estado de conservación. Entre estos se observa la presencia de suciedad, que tiende acumularse en las zonas horizontales. También son evidentes las pérdidas de material, y las grietas, estas producidas a favor de la veta de la madera. Musgo, líquenes foliáceos así como pequeños insectos también son visibles en la madera, de roble, donde está presente una pátina blanquecina en ambas cureñas, por todas partes. Destaca la restauradora la presencia, además, de hongos, carcoma y termitas en los soportes, que albergan dos cañones largos de 2.500 kilos, a ambos lados de la puerta principal.
Dos años de tramitación
El procedimiento, que tendrá que volver a iniciarse o cambiar el tipo de contrato, se inició hace más de dos años, en marzo de 2023, cuando la primera teniente de alcalde y concejala delegada del área de gobierno de Patrimonio Histórico, Cultura e Igualdade contrató a la restauradora de bienes del patrimonio histórico y cultural, María Luisa Míguez López.
El objetivo era realizar un informe valorativo y estudio histórico de los cañones del Castro de Vigo y elaboración de un proyecto de intervención valorado de restauración de las cureñas de los cañones; el estado de deterioro en el que se encuentran las cureñas de los cañones situados a la entrada de la fortaleza, en las que el paso del tiempo y las condiciones climáticas dejan su huella al estar estos elementos fuera de un espacio cerrado que los proteja, lo que se pudo comprobar por los técnicos municipales durante la ejecución de las obras de musealización y puesta en valor de las galerías de la fortaleza del Castro de Vigo.
Una de las anécdotas más populares
La existencia de estos dos cañones, en los que se aprecia claramente el escudo de armas del imperio ruso, es una de las anécdotas más populares de los guías que realizan las visitas por la fortaleza y también los que dirigen a los turistas hacia las galerías subterráneas. De hecho, los cañones son el punto de encuentro para los grupos de visitantes y es habitual ver a niños subidos a ellos o a los turistas posando ante ellos ante las cámaras.
Sin embargo, pocos saben que el origen de esos elementos fue un trato muy poco honrado entre el Zar Alejandro I y el rey Fernando VII en el que el español quiso adquirir barcos casi a precio de saldo, dado el mal estado de las arcas a comienzos del siglo XIX, tras la guerra de Independencia contra Napoleón. Fruto de esas rebajas, lo que recibió España –mucho más tarde de lo esperado– fueron barcos en pésimo estado en los que entre lo poco que se pudo salvar estuvieron los cañones, si bien poco se sabe cómo llegaron hasta su ubicación actual.