Afirman los trabajadores del nuevo hospital de Vigo que ya han visto de todo en las nuevas instalaciones y que nada les sorprende ya. Eso era hasta este martes, cuando se encontraron con una situación que califican de «inaudita». Los pasillos de REA, lugar en el que se encuentran los pacientes de Urgencias más críticos, totalmente anegados y agua cayendo a borbotones por las lámparas del techo.
No es la primera vez que sucede algo parecido, puesto que poco antes de abrirse el hospital ya se detectaron goteras, aunque en aquel caso no se trataba de aguas fecales. Las prisas en la construcción del Álvaro Cunqueiro han provocado que la infraestructura tenga numerosos defectos y las denuncias por parte de usuarios y personal se producen a diario. La última, este martes, por goteras en una zona muy sensible del hospital.
El problema en esta ocasión procede de la planta superior, donde se produjo el reventón de una cañería. Los sindicatos y la junta de personal alertan de que se trata de «un desastre más» y reclaman de forma unánime la dimisión del gerente, Félix Rubial, y el resto de la dirección del hospital.
Artículos relacionados:
Suma y sigue en el nuevo hospital: sin acceso para sillas de ruedas
El conselleiro pide perdón a un paciente por los problemas en el Cunqueiro
Operaciones canceladas en el Cunqueiro por problemas en el circuito de esterilización