Una vez más, y ya van cuatro, el Concello de Vigo se ha visto obligado a reconocer que se ve incapaz de completar en tiempo y forma un proyecto que iba a estar parcialmente financiado por fondos europeos. ¿La primera consecuencia? Tiene que devolver la subvención. ¿La segunda? Si el proyecto sigue adelante, como así parece, lo pagarán los vecinos de Vigo con sus impuestos.
En esta ocasión, son tres millones de euros de fondos Next Generation los que tiene que devolver el Concello. Se le habían concedido para abordar la mejora de la envolvente y de la eficiencia energética del ayuntamiento, un proyecto que ronda los ocho millones de euros y cuya redacción fue adjudicada hace apenas dos meses por la junta de Gobierno local a la UTE formada por los estudios de arquitectura de Irisarri & Piñera y Pablo Menéndez (MAM Arquitectura).
Es de suponer que en Praza do Rei ya tenían claro hace muchos meses que no iban a cumplir los plazos que exige la subvención, y que si siguen adelante es porque esta obra se pagará íntegramente con fondos municipales, es decir, con tus impuestos, como ha subrayado la presidenta del PP de Vigo, Luisa Sánchez.
Y es que ha sido, una vez más, el PP el partido que ha desvelado la cuestión porque el alcalde, Abel Caballero, que siempre cuenta los fondos que se le conceden a Vigo, acostumbra a refugiarse en el silencio cuando esos mismos fondos toman el camino de vuelta. Y estos tres millones regresan con 257.000 euros adicionales, en concepto de intereses, que también salen de las arcas municipales,
Luisa Sánchez ha atribuido este nuevo «varapalo» a Vigo a la «desidia de Caballero», al que ha exigido explicaciones y responsabilidades políticas ante la gravedad de lo ocurrido. La obra tendría que estar acabada a finales del próximo mes de marzo, para lo que quedan cinco meses, y «como todos podemos comprobar fácilmente, ni siquiera ha empezado. No se ha hecho absolutamente nada”. Pero es que, además, el gobierno local sabía desde el pasado marzo que la subvención concedida caducaba sí o sí el 31 de marzo de 2026 sin posibilidad de prórroga. Y pese a ser consciente en ese momento de que era imposible salvar la subvención, el concejal de Fomento no firmó y autorizó su devolución hasta el pasado mes de septiembre.
“¿Qué significa esto? Pues que hemos pagado seis meses de intereses cuando no teníamos por qué. Podrían haberla devuelto entonces pero no lo hicieron. Hasta ahí ha llegado la desidia de este gobierno de Abel Caballero que, repito, una vez más vamos a pagar los vigueses de nuestro bolsillo”, ha lamentado Luisa Sánchez.
Déjà Vu
La sensación de déjà vu es inevitable porque no es la primera vez que sucede algo así. De hecho, es la cuarta vez que el Gobierno local consigue fondos europeos para proyectos que después no puede ejecutar, viéndose obligado a devolver el dinero, como sucedió con la reforma del mercado de Teis, para la que Vigo había obtenido 700.000 euros que tuvo que devolver; el famoso Amazon del comercio local (370.000 euros) del que nada se sabe o los parques infantiles de Camilo José Cela y O Berbés (240.000 euros).
“Solo en esos cuatro proyectos mencionados, más de 1,25 millones de fondos europeos concedidos que el Gobierno de Caballero ha tenido que devolver por su incapacidad de gestionarlos en tiempo y forma. No hay mayor demostración de ineficacia que esta”, ha dicho Luisa Sánchez, quien ha hecho notar que, sumados a los tres millones de la envolvente del Ayuntamiento, suman 4,5 millones, que es la misma que se ha fijado para iniciar la actividad de la empresa pública municipal de vivienda, llamada Emvigo.
Y no es una casualidad baladí, porque el Gobierno local de Caballero que no ha sido capaz de llevar adelante las obras mencionadas en tiempo y forma, es el mismo que ayer, sin ir más lejos, reclamaba a la Xunta que dejase a Emvigo asumir la urbanización del Ofimático, donde se van a construir 2.300 viviendas.
Fondos de la Diputación
Luisa Sánchez no ha querido mencionarlo hoy, pero tiene sentido recordar que la Diputación de Pontevedra, en septiembre del año 2024, firmó una adenda para evitar que 6,2 millones de euros destinados a inversiones en Vigo regresasen a las arcas provinciales porque el Gobierno local de Abel Caballero fue incapaz de ejecutar las actuaciones, de nuevo, en tiempo y forma.
¿Y a qué se debe esta repetida incapacidad del Gobierno local para ejecutar lo que se propone? Pues la explicación, al menos en parte, radica en el enorme déficit de funcionarios que tiene el Concello. Actualmente faltan 280 trabajadores, cuyo concurso para sacar adelante todo el trabajo que supone completar proyectos como estos es muy valioso.
Y de la falta de funcionarios es responsable, también, el Gobierno local, que tiene pendientes varias comvocatorias de oposiciones, como es sabido. Así pues, extraña poco que la presidenta del PP haya exigido a Caballero que “salga a dar explicaciones urgentes de este nuevo fracaso suyo que le va a hacer pagar a los vigueses. Y lo segundo, que diga quién va a dimitir por este nuevo escándalo”.