La Asociación de Vecinos Zona Centro de Vigo se ha propuesto reunir 25.000 euros con los que financiar las acciones judiciales que este martes han anunciado emprenderán «contra los responsables de la situación que, desde 2019, convierte cada Navidad en un periodo de caos circulatorio, problemas de movilidad, de seguridad, de suciedad y de contaminación acústica y lumínica en el corazón de la ciudad».
De momento han conseguido reunir 13.600 «gracias a la solidaridad vecinal» y a una campaña que tienen abierta en la plataforma GoFundMe según explican en un comunicado, pero las pruebas periciales y estudios técnicos que pretenden llevar a cabo, y los honorarios de abogados y las costas judiciales, junto con otros gastos legales y administrativos, implica que deberán seguir recaudando dinero.
Incompatible con la vida normal
Estos vecinos de Vigo, sin duda los más perjudicados por el despliegue que significa la Navidad en la ciudad, «más de tres meses se se incluye montaje y desmontaje», llevan mucho tiempo criticando una forma de celebrar la fiesta incompatible con su vida normal. Se quejan de «graves dificultades para acceder a sus viviendas y trabajos, pérdidas económicas en sus negocios y una degradación constante de la calidad de vida«. Hasta ahora han sido tachados de personas anti Vigo por el alcalde, Abel Caballero.
«Uno de los puntos más críticos es la Alameda de Vigo, el jardín más antiguo y emblemático de la ciudad, protegido por ley y para el que la asociación ha solicitado su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Este espacio se deteriora año tras año debido a la instalación masiva de actividades mercantiles por parte de una empresa con sede en Madrid», afirman los vecinos en un comunicado.
«El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ya ha condenado al Concello por vulnerar nuestros derechos fundamentales, pero las sentencias se ignoran y se siguen autorizando actividades ilegales en una Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Informes periciales acreditan niveles de ruido de 81 decibelios en fachada y 46 dentro de los dormitorios, muy por encima de lo permitido», recuerdan.
Una situación, afirman, que no pueden seguir soportando: «Vamos a actuar para que no se repita y para proteger nuestra ciudad, nuestra salud y nuestro patrimonio», concluyen.






















