Las obras y los inevitables problemas de tráfico que éstas causan regresarán en poco tiempo a una de las vías más transitadas de la ciudad, la VG-20.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través de la Dirección General de Carreteras, ha adjudicado este miércoles el millonario contrato para reforzar la estructura del viaducto de Porto y ha sido una empresa viguesa la que se ha hecho con la obra, licitada por 6,5 millones de euros y que cuenta con un plazo de ejecución de 32 meses, reduciendo en algo más de un millón de euros el presupuesto, que finalmente se ha quedado en 5,4 millones.
A la pugna concurrieron un total de 17 empresas y tras un largo proceso, ha sido Prace, Servicios y Obras la adjudicataria del contrato para rehabilitar y mejorar el viaducto de Porto. En concreto, está previsto reforzar la estructura, sustituir los pretiles y repavimentar el firme del puente de unos 347 metros de longitud ubicado entre los kilómetros 9,65 y 10 de la autovía que conforma la circunvalación de Vigo, a la altura de la parroquia de Beade.
No es la primera vez que se llevan a cabo medidas para reforzar la seguridad de este viaducto y, de hecho, en 2021 se adjudicó por 1,9 millones de euros la renovación de «aparatos de apoyo» y las tareas de conservación de vigas, dinteles y otros elementos de la estructura.
Entonces, las obras obligaron a desvíos de tráfico que afectaron alternativamente a cada una de las dos calzadas de la estructura, además de reducir considerablemente el límite de velocidad en la zona, hasta los 70 km/h, algo que volverá a ocurrir próximamente.
En esta ocasión, la obra ahora adjudicada –tras ser licitada en noviembre de 2024– es la segunda fase de aquellos trabajos, finalizados en 2022. Fue precisamente durante la ejecución de dichos trabajos, se identificó la necesidad de llevar a cabo una segunda intervención.
La actuación ahora prevista en el proyecto de construcción tiene por objeto:
- Reparar la losa en ambos tableros, mediante la disposición de armadura de refuerzo.
- Sustituir los pretiles (barreras de protección) para ambas calzadas, con el objetivo de adaptarlos a la Orden Circular 35/2014. Ello requiere realizar en la losa los correspondientes ajustes geométricos. Además, se adecuarán a dicha normativa los sistemas de contención en los accesos al viaducto.
- Repavimentación en viaducto y accesos.
Para acometer estas reformas, será necesario demoler la parte superior de la sección de losa del tablero para posteriormente reponer el espesor demolido con barras de cosido y nueva armadura a flexión (para soportar el doblado debido a la carga de tráfico), que ayudan a unir las capas de hormigón, en la junta entre hormigones. En las zonas en que no resulte factible realizar la demolición deseada, se plantearán unas rozas (cortes o canales) para albergar la armadura transversal de refuerzo.
A ambos lados del tablero se deberá cortar completamente parte del voladizo para permitir su reconstrucción con una nueva geometría o forma y una armadura (barras de acero) adecuadas al nuevo pretil. En los accesos al viaducto, se ejecutará un fresado del pavimento existente, previo a la nueva repavimentación.
Características del viaducto
La estructura está situada en la circunvalación de Vigo, entre los kilómetros 9,65 y 10. Su longitud es de 347,10 metros entre ejes de apoyos de estribos, y está dividida en dos vanos extremos de 28,55 metros más otros diez vanos intermedios de 29 metros cada uno. Cruza una vaguada entre dos terraplenes de la autovía y la ya existente la carretera de Porto.
Los dos tableros del viaducto son de ancho constante, pero diferentes entre sí. El izquierdo contiene tres carriles y tiene una anchura de 14,80 metros, mientras que por el derecho hay cuatro carriles con un ancho total de 18,30 metros.
Se trata de un puente con varios vanos o secciones isostáticos, es decir, independientes entre sí. El dintel es recto, y sostiene dos tableros de vigas prefabricadas pretensadas con forma de artesa (parecida a una U). La sección transversal de ambos tableros consta de dos vigas con un canto de 1,85 metros y un ancho de 3,313 m cada una. Sobre ellas, se apoya una losa de hormigón armado construida mediante carro de voladizos, una técnica que permite avanzar gradualmente en la construcción sin necesitar un andamiaje completo. Esta losa tiene un canto variable de 0,18 m en extremos y 0,36 m sobre las alas de las vigas.
Cada uno de los dos tableros se apoya sobre un total de once pilas de hormigón armado. La altura total de las pilas varía a lo largo del viaducto entre aproximadamente 12 y 18 metros. Los dos estribos de los extremos son cerrados de tipo cargadero, y con aletas en vuelta, y están situados en los terraplenes de acceso al viaducto.