El proyecto de reparación y estabilización del talud perimetral del campo de fútbol As Relfas Sárdoma-Moledo está a punto de ser adjudicado, pero el proceso ha sufrido un contratiempo ya que la única empresa que se presentó para realizar el proyecto no ha entregado toda la documentación necesaria para poder acometer la obra.
Según ha podido constatar Vigoé, la última mesa de contratación, celebrada el pasado jueves, 12 de junio, ha dado cuenta de que la empresa viguesa Omain Construcción Sostenible no ha presentado uno de los requisitos básicos para poder realizar la obra. En concreto, se trata de la acreditación de la solvencia económica y financiera y técnica profesional. Durante el plazo de entrega de documentación, la empresa sí entregó este requisito, pero con fecha 30 de mayo de 2025, fuera del plazo límite, que se había fijado en el 5 de mayo.
Por lo tanto, la mesa de contratación ha dado de nuevo un plazo de tres días a la empresa para que enmiende dicha incidencia y pueda ser adjudicataria de la obra, que cuenta con un plazo de ejecución de cinco meses y un presupuesto de 712.741 euros a aportar entre la Diputación de Pontevedra (80%) y el Concello de Vigo (20%). La oferta de Omia Construcción Sostenible había rebajado en unos 20.000 euros la cantidad inicial, postulándose para realizar la obra por 570.000 euros (sin IVA), frente a los 593.951 euros establecidos en la licitación.
Un problema que apareció hace ya 15 años
El campo de fútbol de Relfas Sárdoma-Moledo fue construido sobre una explanación, modificando la topografía original de la parcela, de forma que la zona este fue excavada en el terreno y el ámbito oeste fue asentado sobre una zona de relleno, resuelto con un talud de pendiente constante que salva una altura variable hasta alcanzar los 16 metros de desnivel.
Las obras confían en poner punto final a las patologías que presenta la instalación desde hace 15 años, con la aparición de fisuras y rotura de pavimentos, además de daños en los cierres.
Tras surgir los primeros problemas en 2010, en 2015 se realizó una reparación, levantándose un muro de contención al pie de parte del talud en el tramo norte para reducir la pendiente del mismo en esta zona, con el objeto de mejorar sus condiciones de estabilidad.
Sin embargo, apenas tres años después, en el año 2018, reaparece la misma patología, con un hundimiento del área pavimentada especialmente acentuado hacia el colindante oeste, zona en la que no existen elementos de contención que reduzcan la pendiente del talud.
Dos años después, en el año 2020, en el marco de las obras de renovación de la superficie deportiva e instalaciones del campo de fútbol, se ejecutan obras de reparación en el contorno del campo de fútbol. Entre las actuaciones llevadas a cabo se renovó tubería de riego, se realizaron saneos y rellenos de tierras con la adecuada compactación, la reposición de firmes dañados, y una red de drenaje formada por bajantes desde la cota de coronación del talud junto con una cuneta en la coronación del talud.
No obstante, se ha comprobado que el asentamiento del talud continúa en movimiento, afectando a la zona pavimentada del nivel superior del mismo y siendo más acusado en la cara oeste, razón por la cual se ha encargado un nuevo proyecto de reparación y estabilidad del talud existente para tratar de solventar estos problemas que persisten, por lo tanto, desde hace ya 15 años. Así, en la cabeza del talud sobre el que se asienta la explanada de las instalaciones deportivas, se detectan fisuras y roturas en el pavimento, así como un carcavamiento bajo el mismo, coherente con un proceso de inestabilidad y deslizamiento del talud.
De hecho, a lo largo de todo el margen oeste del campo de fútbol se observan varias fisuras paralelas a la cabeza del talud de escasa importancia que se pueden explicar por la consolidación del borde del relleno. Mientras, en la esquina noroeste se observa la zona más afectada donde se produjo la rotura del pavimento, un desplazamiento del cierre, y un escalón con un descenso de hasta 1,00 metro, en la parte más afectada, en el que también se produce un importante lavado del terreno a modo de carcavamiento.
El objeto principal de esta actuación es conseguir una estabilización definitiva del terreno que rodea la instalación, para evitar el avance de los problemas hundimientos localizados en los extremos de la instalación, así como reparar los daños generados por los movimientos del terreno, mediante la reposición de los firmes dañados.