De esta manera, los trabajos estarán en disposición de comenzar a principios de 2019 y, dado que tienen un plazo de ejecución de ocho meses, se prolongarán casi hasta finales del próximo año.
El anuncio de la clasificación de ofertas lo ha efectuado este jueves el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, que ha preferido no dar una fecha concreta para el inicio de las obras, ya que todavía quedan varios trámites por completar, pero las labores sobre el terreno podrán empezar antes de la primavera. Además, el regidor ha incidido en la necesidad de que las obras sean “compatibles” con la Navidad.
Caballero ha defendido la actuación asegurando que, además de humanizar la zona, se reforzará el bulevar central, se mejorará la eficiencia energética y se crearán nuevos espacios abiertos. “Vamos a potenciar el uso de la Gran Vía y del bulevar, que mantiene todas sus virtudes”, mantuvo el alcalde de Vigo.
La inversión destinada a esta obra asciende a 5,1 millones de euros, pagados en su mayoría por fondos europeos, para que la zona central de la Gran Vía se convierta en un “lugar de paseo y de tránsito”.
Contencioso contra la Xunta de Galicia
Asimismo, el alcalde olívico volvió a criticar a la Xunta, que a su juicio “quiso parar” la reforma. “Pretendían que no estuviera hecha en elecciones. No sé si estará o no pero una parte importante estará en obras”, advirtió.
Por ello, el Concello planteará un recurso contencioso contra la decisión de Patrimonio de no permitir actuar sobre tres tramos de la Gran Vía. “No hay motivo, la decisión está insustanciada”, sostuvo Caballero.
Según aseguró, los técnicos de la Xunta de Galicia “dicen una cosa” y “describen y narran las virtudes” de la remodelación, mientras que los cargos políticos de Patrimonio “dicen otra”. “Es una decisión política”, concluyó.