“Es una marea, algo histórico”, aseguraban este martes los celadores durante la asamblea en la que reunieron a compañeros de las cuatro provincias gallegas. Sus puestos son los que corren más peligro y han decidido unirse como nunca antes lo habían hecho para frenar la privatización de sus funciones a través de empresas de trabajo temporal.
El paro general de 24 horas convocado por la junta de personal del Complejo Hospitalario de Vigo (Chuvi) convocó a centenares de trabajadores, y también usuarios, en una marcha reivindicativa desde el nuevo hospital hasta la Avenida Clara Campoamor. Este miércoles, a las ocho de la mañana, acabará una huelga en la que los sindicatos apuntan a un seguimiento del 90%, cifra que desde el Sergas reducen al 38%.
Por la mañana, tras reunirse en la zona del Hospital de Día, cientos de trabajadores recorrieron las instalaciones, primero por el exterior y posteriormente, tras acceder por la puerta principal, por los pasillos que llevan a la Gerencia. Los cánticos de «dimisión» e «incompetencia» fueron los más coreados, sin olvidarse de «sanidade pública e gratuita» o «Feijóo atende, Vigo non se vende».
A las seis de la tarde se llevó a cabo una nueva concentración y una marcha por los alrededores del hospital. Antes, los celadores, que ya cumplían quince días de encierro, pusieron fin a su acampada y lanzaron un ultimátum al conselleiro de Sanidade. Lo emplazaron a una reunión en el plazo de siete días. En caso contrario volverán a encerrarse en el vestíbulo del Hospital Álvaro Cunqueiro, en este caso de forma indefinida.