El Centro de Salud de la calle Pintor Colmeiro está acordonado por la Policía desde este sábado para evitar que la caída de cascotes del edificio cause daños a algún peatón. Los desprendimientos se registraron a primera hora del día y los agentes decidieron cerrar el paso de personas por la acera que discurre por la fachada con el objetivo de evitar percances. Los cascotes caídos a la acera procedían de la cornisa. Se desconoce todavía si a primera hora de este lunes podrá reabrirse el acceso principal del Centro de Salud.