La ría de Vigo ha vuelto a convertise en las últimas horas en un improvisado refugio para unos cuantos buques de alto tonelaje que han decidido fondear al abrigo de las Islas Cíes a la espera de que amaine lo que se avecina.
Las predicciones de Meteogalicia, y las que a buen seguro manejan las tripulaciones a bordo de cada uno de esos barcos, invitan al recogimiento y a la espera porque en los mapas meteorológicos refulge la alerta naranja, al lado misma de otra amarilla.
Vienen horas complicadas, sobre todo mar adentro. La alerta naranja en toda la Costa da Morte y en la provincia de Pontevedra se extenderá hasta el miércoles. Las previsiones indican que viene abundante lluvia. La llegadas a las costas gallegas de los restos del huracán Melissa dejará otra vez fuertes vientos del sur e intensos aguaceros.




También la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha decretado aviso amarillo para Galicia este martes, con especial impacto en nuestra provincia y en uestra cvosta.
En la zona de las Rías Baixas y río Miño se esperan vientos del sur con rachas máximas de hasta 80 kilómetros por hora. También precipitaciones acumuladas de 40 litros por metro cuadrado en doce horas. En la costa, mar combinada del suroeste con olas de 4 a 5 metros desde el mediodía.

Esta situación se prolongará también durante el miércoles 5 de noviembre, especialmente durante la madrugada. En estas condiciones, extraña poco que los grandes barcos, cuyo mucho tonelaje no les libra del azote del temporal, hayan visto como suelen un refugio en la ría de Vigo, donde las condiciones son siempre algo más benignas gracias al parapeto que supone la presencia de las Cíes en la boca de la ría.
			





















