La nueva turborotonda de Vigo, en el cruce de la Avenida de Beiramar con la calle Coruña, ya está en funcionamiento, pero no será la última. Después de instalarse esta nueva ordenación del tráfico en Gran Vía, Castrelos, Castelao, Avenida de Europa y Samil, esta semana le tocó el turno a la Praza da Conserva.
El Concello considera que las turboglorietas están teniendo un resultado “óptimo” en la regulación de la circulación y pretende extender el sistema a todas las intersecciones que sean suficientemente amplias.
“Parece como si se tratase del Huevo de Colón, así que vamos a hacerlo en todas las de la ciudad, todas en las que su tamaño lo permita, por supuesto, porque en las pequeñas no habría espacio suficiente”, aclaró el alcalde.
En el plazo de un año se han pintado un total de seis turboglorietas y, a falta de confirmación oficial, las próximas podrían ser las de Travesía de Vigo, en el cruce con Jenaro de la Fuente, y la de Gregorio Espino.
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