Las obras de la grada de Gol se convirtieron en protagonistas improvisados en el primer partido de la competición liguera del Celta en Balaídos. Este domingo, contra el Getafe, fueron muchos los aficionados que se las ingeniaron para poder seguir el encuentro de los celestes desde el exterior y de forma completamente gratuita.
Como ya se había hecho eco este periódico, la situación actual de las obras de la futura grada de Gol, dejando una «salvaje» panorámica del estadio desde el exterior -como así bien calificaron desde la empresa Copasa, adjudicataria de los trabajos- hizo posible que los lances de los jugadores del Celta y el Getafe se pudieran observar de cierta manera para sorpresa y alegría de muchos aficionados.
La decisión del club de no colocar una lona -por ahora- detrás de la portería del fondo de la ya desaparecida bancada de Gol ayudó además a conseguir el objetivo.
Así, algunos niños se alzaban a una estructura colocada en la parte exterior de la obra cercana al paseo del Lagares pero, sin duda, los que lograron una mejor visión del encuentro fueron los clientes de la terraza de la cafetería Olivo de Torres, ubicada en el número 1 de la calle Alexandre Bóveda, o los dueños de los pisos ubicados en la propia calle o los primeros números de Pablo Iglesias.
De hecho, fueron muchos los usuarios de la red social X (antes Twitter) que también se hicieron eco de la situación, compartiendo fotografías y momentos del partido y «grada alternativa» que muchos de ellos consiguieron desde el exterior del estadio.
«Abonado terraza par…» rezaba el post de la cuenta de Xavi García (@javiere307) desde la propio cafetería. «Ni tan mal. Hai gradas no Bernabéu con menos visibilidade. E cervexa fresca!!», le respondían desde la cuenta @VigoCeltic.
Abonado terraza par… #CeltaGetafe #Celta #Balaidos pic.twitter.com/dSaePGGvod— Xavi García 🩵🔥🩵 (@javiere307) August 17, 2025
Y desde la propia cafetería también valoraron la situación vivida. «Es un privilegio», señaló a este diario Fani, la dueña del local ubicado en los aledaños de Balaídos que, desde la mañana, ya tenía peticiones de reserva para la terraza en la hora del partido. «La gente venía y se acomodaba», explicó esta mujer, que siempre tiene un número mayor de clientela cuando el Celta juega en casa pero que, en la jornada de este domingo, fue incluso mayor. «Venían a reservar», dijo. «La verdad es que es un privilegio y no cobro entrada», contó en tono divertido a VIGOÉ.
Operarios convertidos en recogepelotas
Lo rocambolesco de la situación llegó también por los balones perdidos desde el terreno de juego hasta la zona ya preparada para levantar la nueva grada de Gol. Y es que fueron varios los balones que durante el calentamiento y el partido tuvieron que llegar a recoger los operarios de la empresa reconvertidos en recogepelotas, lo que llamó la atención también de los aficionados que se encontraban en la grada de Río y Tribuna, como la periodista viguesa afincada en Madrid, Lucía Taboada, y que así mostró en sus redes sociales.
Con todo, la actual situación que atraviesa la obra de la grada de Gol permitiendo ver los primeros partidos del Celta desde el exterior se repetirá, con toda probabilidad en el próximo encuentro liguero del club en casa ya que la cita será el domingo, 31 de agosto, contra el Villarreal, fecha en la que el grado de ejecución de los trabajos que ejecuta Copasa no variará en gran medida debido a que los trabajos durante este mes de verano en el sector de la construcción van al «ralentí».