El grupo municipal del BNG en Vigo quiere que el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) se apruebe en una sesión pública con aforo suficiente y en horario de tarde para «facilitar» la asistencia de los vigueses y viguesas, rechazando así la «opacidad y falta de transparencia» con la que el gobierno local de Abel Caballero pretende finalizar la tramitación del PXOM, en una sesión programada para el próximo lunes, 26 de mayo, tras el pleno ordinario.
Y es que la intención de programar su aprobación definitiva en un pleno extraordinario inmediatamente después de la sesión ordinaria de este mes refleja para los nacionalistas una «clara intención de minimizar el debate público y limitar la participación ciudadana», señalan en un comunicado.
El portavoz municipal del BNG de Vigo, Xabier P. Igrexas, criticó con dureza esta «maniobra antidemocrática» que, a su juicio, evidencia la «poca confianza» del gobierno en su propio proyecto y cuestiona su compromiso con los «más básicos valores democráticos».
«Aprobar un documento tan trascendental en una sesión exprés, casi clandestina, es una falta de respeto a la ciudadanía«, afirmó, acusando al alcalde de elaborar el PXOM «en la oscuridad de los despachos» y priorizar «los poderosos intereses de los de siempre» frente a las necesidades reales de las viguesas y vigueses.
Para revertir esta situación, el BNG propondrá mañana miércoles, en la Junta de Portavoces tres medidas concretas. En primer lugar, exige que el pleno extraordinario se celebre en una fecha distinta a la del pleno ordinario «garantizando un debate con relevancia propia», señalan.
En segundo lugar, demanda que la sesión tenga lugar en el Auditorio Municipal, en horario de tarde a partir de las 20:00, «para facilitar la asistencia» de los vecinos y vecinas.
Finalmente, propone un formato de debate que permita una «discusión real» con dos turnos de intervención para cada grupo municipal: una inicial de mínimo 15 minutos para exponer las valoraciones del plan, y una segunda de 5 minutos para réplica y conclusiones. «La aprobación definitiva del nuevo PXOM no puede ser despachada de manera exprés ni ocultada a la opinión pública», defendió Igrexas.
Así, insisten los nacionalistas en que el nuevo PXOM tiene que reflejar «las aspiraciones colectivas» de Vigo, promoviendo una ciudad «más verde y sostenible, más habitable, bien vertebrada y atenta a las necesidades de los barrios».
Entre sus propuestas, destacan un nuevo modelo de movilidad «que potencie alternativas al uso del coche particular» así como la movilización de más de 22.000 viviendas vacías para garantizar el acceso social a la vivienda. «La ciudadanía tiene derecho a conocer las posiciones de cada formación y los modelos de ciudad que defienden, no podemos permitir que el nuevo Plan Xeral se apruebe a escondidas por el rodillo absolutista de Caballero», concluyó Igrexas.