Apenas hay que dar un par de pasos entre escalera y escalera, y en alguno de los rellanos nos podemos topar con algún elemento que invita a parar un momento si es necesario, como por ejemplo la mina de agua hallada durante las obras y que se ha conservado para tener expuesta al público.
Sea como fuere, en poco más de dos minutos se puede realizar el trayecto entero desde el centro de Vigo a la parte alta del Casco Vello sin mayor problema, un alivio especialmente para las personas de avanzada edad. Con todo, hay voces no conformes con el dinero invertido en esta actuación, que ha contado con ayudas procedentes de fondos europeos.
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