Algo se está moviendo (al fin) en el número 49 de la céntrica calle Velázquez Moreno. Un año después de que la Gerencia de Urbanismo de Vigo le concediera licencia de obras a la promotora Seagull Real Estate, estos días los operarios de la empresa constructora Desarrolla ya se han metido en la parcela para colocar el vallado, la caseta de obra e iniciar los primeros trabajos en el interior del terreno.
Un terreno en el que se levantaba un ya centenario edificio -datado en el año 1925- y del que, a día de hoy, no queda absolutamente nada, estando la finca completamente vacía pero llamando la atención de los viandantes el esqueleto formado por los soportes entre medianeras que se colocaron en su momento entre los edificios colindantes para asegurar los mismos. Da la casualidad de que, uno de ellos, el ubicado en el número 51, también lleva años abandonado esperando por una recuperación. Pero por el momento, ahora le ha tocado el turno de intervención a su parcela vecina.
Se trata de un proyecto que lleva años encima de la mesa de la mano del fondo inmobiliario Seagull que, finalmente, se hizo con la propiedad -pasando incluso por un proceso de subasta y procedimiento extrajudicial en el año 2021- desarrollando la propuesta bajo la denominación de Seagull Velázquez Moreno 49 SLU.
Con todo, son muchos los vigueses y viguesas que recuerdan la antigua fachada del vetusto inmueble y el local comercial que se ubicaba en el bajo que, durante muchos años, fue una popular y enorme papelería y copistería por donde día tras día se pasaban estudiantes, universitarios y profesionales a realizar fotocopias o comprar material para sus trabajos.
Y ahora, cuatro años después, las obras pasan a ser una realidad para poder rehabilitar el edificio y añadir dos plantas con respecto a la edificación original siendo su altura similar a la de los edificios vecinos.
La licencia otorgada por Urbanismo en julio del pasado año 2024 da el visto bueno al proyecto redactado por el arquitecto Ramón Varela Barreras para construir una nueva edificación que contará con sótano (donde habrá garaje y trasteros), planta baja y tres plantas en altura más un bajo cubierta con el objetivo de ofrecer un total de 8 viviendas y 18 plazas de aparcamiento en una superficie total de 1.946 m2.
De este modo, cada planta de viviendas tendrá una superficie de 311,77 m2 para destinarlo a dos pisos mientras que el bajo cubierta tendrá una superficie de 225,55 m2, también para dos apartamentos que, además, contarán con terraza. Según lo previsto, no habrá bajo comercial en la planta baja ya que será el lugar para el portal de acceso a pisos y garajes.
La actuación, que se desarrolla en una parcela de unos 600 metros cuadrados, cuenta con una inversión que alcanza los 1,3 millones de euros.
Una fachada que se reconstruye
Con todo, la obra supone también la recuperación de la fachada del edificio que este año cumpliría 100 años. De hecho, en el expediente urbanístico se deja clara constancia de la protección arquitectónica de la misma, explicando el acuerdo al que llegó en el año 2023 la Comisión del PEEC de Patrimonio en la que, por unanimidad de sus miembros, se estableció su protección «por formar parte de una construcción de indudable interés histórico, típico y ambiental de la ciudad, vestigio del carácter tradicional de esta zona», detallando a mayores que se permitía intervenir con el apeo de la misma.
Y así se hizo, la histórica fachada fue desmontada con numeración de las piezas para su recuperación toda vez que, ahora, las obras ya se han iniciado con el objetivo de reconstruirla e integrarla en el diseño planteado para la edificación.