Después de horas de negociaciones, el encuentro se disolvió a primera hora de la tarde al no haber acuerdo para someterse a la decisión de la Inspección de Trabajo, que podría poner sobre la mesa una resolución que permitiera solventar las diferencias existentes actualmente.
No obstante, UGT asegura que “la empresa no acepta la mediación que ella misma pidió” y cree que después de dos días de largas conversaciones Dornier ha estado “mareando la perdiz” y actuando “de cara a la galería”, ya que no se llegó a registrar ningún avance significativo. Es más, denuncian que la firma puso sobre la mesa “nombres y apellidos” de trabajadores que no quieren que sigan en la compañía.
Tras este “fracaso”, los empleados, que tampoco tienen noticias sobre el expediente del Concello de Vigo, se reunirán en asamblea a primera hora de este jueves para decidir qué medidas tomarán a raíz de esta ruptura.