Una triste realidad que, ahora mismo, se está haciendo efectiva: el desmontaje del Paseo de Alfonso para retirar la histórica balaustrada, la barandilla de hierro, las farolas de la fábrica ‘La Industriosa’ y los característicos querubines ha comenzado de forma real.
Si hace unas semanas, tal y como avanzó este periódico, operarios de la UTE responsable de las obras de Barrio de Cura -conformada por las constructoras DFR y San José- comenzaron con los trabajos previos y a aplicar goma laca a la piedra para marcar y desmontar, y tras pasar después a montar un vallado sobre la zona de actuación, este viernes ya se ha iniciado el desarme de los primeros elementos de la centenaria balaustrada, que data del año 1875 y que forma parte del BIC Casco Vello de Vigo, declarado en el año 2006.
Pero esta condición de conjunto histórico, patrimonial y cultural en la que se enmarca todo el Paseo de Alfonso, como bien subrayan todas las fuentes consultadas, no ha sido suficiente y, hoy mismo, en el interior del vallado y en el ámbito más cercano a Pi y Margall dentro del perímetro de los trabajos de la ‘macrourbanización’ residencial, se hace realidad una nueva agresión al patrimonio de la ciudad de Vigo.




























Así, desde esta mañana, un grupo de cuatro trabajadores establecía cómo iniciar los trabajos del desmontaje y fue a primera hora de la tarde cuando, poco a poco, se retiraba la primera pieza del centenario paseo mirador en unos trabajos que continuarán en los próximos días incumpliendo, incluso, el propio bando municipal para obras que el Concello de Vigo hizo público el pasado 28 de octubre.
Con todo, esta histórica zona de la ciudad comienza ya a ser historia, al menos, en una parte del largo mirador pero, esta vez, para avanzar en los trabajos de un imponente complejo de viviendas de lujo que, como bien reflexionan desde la Asociación Vigo Histórico, ya ha supuesto una «modificación del paisaje urbano» del centro de la ciudad y del Casco Vello de Vigo, recordando que todo el ámbito de Barrio do Cura pertenece a un Bien de Interés Cultural (BIC) como es la zona antigua de Vigo y que es «un espacio a proteger».
Sin embargo, dos de las parejas de los querubines que conforman parte importante del Paseo de Alfonso, figuras icónicas de la ciudad realizadas por el maestro cantero Camilo Fernández Correa «O Roxo» en los años 1919-1920 así como gran parte de la barandilla de forja y las farolas procedentes de la fundición viguesa ‘La Industriosa’, también de los años 1920, y realizadas en el taller vigués que data del año 1857 y que fue fundado por Antonio Sanjurjo Badía, ya dicen adiós a su centenaria ubicación.
Sin conocer el informe de Patrimonio
Y dicho traslado se está llevando a cabo de forma similar a lo que sucedió con el lavadero y la fuente de A Barroca y con el Cruceiro del Campito: sin una clara supervisión patrimonial, según aseguran fuentes cercanas a la obra.
De hecho, esta es una cuestión que desde el grupo municipal del PP de Vigo cuestionaron en el Consello de la Gerencia Municipal de Urbanismo hace unas semanas sin, hasta el momento, obtener respuesta.
Fue la concejala y vicepresidenta de la Diputación, Luisa Sánchez, quien preguntó a María José Caride, concejala de Urbanismo y vicepresidenta de la Gerencia, sobre el informe de Patrimonio relativo al traslado y cuidado de los querubines.
«¿Cuándo se va a remitir a este grupo municipal el informe de Patrimonio sobre el traslado y cuidado de los querubines del Paseo de Alfonso XII que el gobierno local se comprometió a enviar hace una semana?», preguntó la popular.
A lo que Caride le respondió, tal y como se constata en el acta de dicha reunión que, «probablemente, fue un error mío el envío de ese informe porque creo que tiene que solicitarlo a la Concellería de Fomento, que es quien está ejecutando esa obra», reza el documento donde se aprecia la respuesta del gobierno local.





















