Hay que recordar que la iniciativa, presentada por el BNG, salió adelante por unanimidad en la Cámara gallega y ahora sigue su curso con las gestiones necesarias en Madrid. La propuesta fue defendida en las Cortes por tres parlamentarios autonómicos.
El texto, que había sido vetado anteriormente por el Gobierno de Mariano Rajoy, sufrirá previsiblemente algunos cambios, ya que actualmente incluye la posibilidad de que el titular de la infraestructura pueda ejecutar un rescate de la concesión y dejar a Audasa fuera de la gestión de la autopista, algo que no ven con buenos ojos el PP y el PSOE.
Con todo, el control sobre sobre la concesionaria e incluso la imposición de sanciones pasaría a depender de Santiago y no de Madrid, lo cual podría beneficiar a los usuarios al aproximarse el centro de toma de decisiones y por la beligerancia que está mostrando la Xunta de Galicia con Audasa y el precio de los peajes.