Vigo no solo es el puerto más eficiente del norte de España; es, en palabras de su presidente, Carlos Botana, una «familia» capaz de convertir la utopía en norma. Durante el tradicional brindis navideño celebrado esta mañana con la comunidad portuaria, la institución ha hecho balance de un ejercicio 2025 marcado por hitos históricos en sus tráficos y por una gestión de crisis que ha consolidado su prestigio internacional. Con las cifras en la mano y la vista puesta en el horizonte, Botana ha lanzado un órdago al futuro: alcanzar los 7 millones de toneladas de mercancía para el año 2030.
El presidente de la Autoridad Portuaria se mostró «profundamente orgulloso» de una comunidad que ha demostrado una «profesionalidad increíble» ante desafíos extremos. Desde la compleja gestión del buque Houston V y su tetris de contenedores en cubierta, hasta la rápida respuesta ante el vertido de aceite de palma (del que se recuperó el 95%), el Puerto de Vigo ha dado este año una «lección de buen hacer», demostrando que la etiqueta de Galicia Calidade también se aplica a la logística de emergencia.
Una hoja de ruta ambiciosa
El éxito de haber normalizado la cifra de 5,5 millones de toneladas de mercancía general, un dato que hace apenas dos años parecía inalcanzable, ha servido de trampolín para diseñar la nueva hoja de ruta. Botana anunció que en el primer trimestre de 2026 se contratará un nuevo Plan Estratégico para los próximos cinco años. Este documento, que nacerá del consenso y se revisará cada cuatrienio, buscará superar la principal limitación del puerto: la falta de espacio.
El cronograma es claro: 2026 será un año de consolidación y crecimiento moderado, preparando el terreno para un salto cuantitativo en 2027 que permita asaltar la barrera de los siete millones de toneladas al final de la década. Para ello, se apostará por la reorganización de espacios, la creación de ciudades del transporte y puntos logísticos específicos para el almacenamiento de contenedores vacíos.
Vehículos, cruceros y el «corazón» de la Plisan
El balance de sectores deja cifras para el optimismo. En el sector de la automoción, Vigo se encamina a su tercer récord consecutivo, reforzado por la construcción de un nuevo silo en Bouzas. En el ámbito de los contenedores, la cifra de 310.000 TEUs es el punto de partida para una meta de 400.000, apoyada en mejoras de eficiencia e infraestructura.
Por su parte, el turismo de cruceros ha vivido un año dorado superando las 120 escalas y los 300.000 pasajeros, destacando hitos como el reciente embarque masivo de turistas británicos a bordo del Marella Discovery.
Mención especial merece la Plisan. Botana calificó la conexión ferroviaria con esta bolsa de suelo industrial como «la obra más importante realizada por una administración pública en Galicia», comparándola con inyectar «200 CV adicionales a la economía gallega». Esta infraestructura es la pieza clave que permite al Puerto de Vigo expandir su capacidad operativa más allá de sus muelles físicos.
Liderazgo verde y paz institucional
La sostenibilidad no es solo una declaración de intenciones en Vigo; es una vitrina que ya acumula 17 premios internacionales. El puerto se prepara para ser el primero de España en suministrar bio-GNL y sistema Cold Ironing (OPS) de forma regular en 2026, permitiendo que los buques apaguen sus motores durante la estancia. «Las cero emisiones pueden ser una utopía, pero no por ello dejaremos de trabajar en ello», sentenció Botana.
En cuanto a la integración puerto-ciudad, el presidente abogó por crear un «modelo propio», inspirado en referentes como Oslo o Lisboa pero adaptado a la idiosincrasia viguesa, citando éxitos como la senda azul o el proyecto Peiraos do Solpor. Finalmente, Botana cerró su balance con una defensa de la paz institucional, asegurando que el puerto debe ser un espacio de «diálogo y nunca de conflicto», una filosofía que parece ser el verdadero motor de los récords alcanzados este año.


























