El personal ya amenazó la semana pasada con iniciar un paro si no se atendían sus demandas y así lo registró ante las autoridades competentes. El Concello se reunió con la compañía para buscar una solución al conflicto y obtuvo el compromiso de una negociación entre ambas partes. Sin embargo, los empleados han confirmado este lunes que su convocatoria se mantiene, ya que no se ha atendido su demanda más básica: la readmisión de los ocho compañeros despedidos de forma repentina.
Según advierten, la huelga continuará mientras la empresa no acceda a ello. Aunque se han mostrado “dispuestos a dialogar” de los problemas económicos que dice atravesar la compañía, aseguran que no hablarán de nada mientras “haya ocho despidos sobre la mesa”. Según dicen, la concesionaria les ha trasladado que “no hay marcha atrás” sobre este asunto.
Así, la ciudad se quedará de manera indefinida sin controladores de la zona azul, ya que la huelga fue apoyada de forma unánime por el personal. El comité de empresa no descarta que algún empleado temporal de refuerzo por las vacaciones pueda presentarse en su puesto de trabajo pero da por hecho que la plantilla fija, que ha obtenido el respaldo de toda la Corporación Municipal, secunde el paro al cien por cien.
Habrá que ver también qué pasos da el Ayuntamiento, que había dejado en suspenso sus amenazas ante Dornier al abrirse una vía de diálogo que, por el momento, ha fracasado.