“Hay una especie de aceptación de la entidad financiera de los gastos por cláusula suelo pero se discuten los intereses”, precisó Serrano, que también indicó que la mayoría de los casos se están resolviendo de forma rápida al quedar vistos para sentencia tras la celebración de la audiencia previa.
De hecho, en la primera causa que se falló en Vigo Abanca se allanó a favor del usuario pero sólo quería reintegrar los intereses legales desde el 21 de diciembre de 2016, fecha en el que Europa dictó la retroactividad de la cláusula. No obstante, la jueza ordenó que el resarcimiento debe producirse desde el primer día.
Esto se produce siempre que se aportan pruebas documentales y no es necesario tomar declaraciones de ninguna clase o aportar otro tipo de evidencias más. No obstante, las vistas de aquellos casos que sí requieran juicio han sido fijados a partir de octubre.
Por el momento, el nivel de señalamientos es “alto”, con días en los que tienen lugar hasta diez audiencias previas, fruto también del elevado número de demandas registradas, que ya se acerca a las 1.500 en Vigo.
Esto hace que no se sepa cuánto tiempo permanecerá el Juzgado de Primera Instancia número 14 como exclusivo. “Durará hasta que sea necesario. Llegará un momento en el que el número de demandas disminuya”, ha puntualizado Serrano.
Juzgado de refuerzo
Este volumen de trabajo ha provocado que se hable de la posibilidad de crear una segunda sala especializada en asuntos bancarios para aligerar la carga del actual.
No obstante, en una visita a las dependencias, en las que se han invertido 150.000 euros, el director xeral de Xustiza, Juan José Martín, ha aclarado que esta decisión compete a la comisión de seguimiento que se ha creado con motivo de la avalancha de casos relacionados con la cláusula suelo.
A este respecto, la Xunta de Galicia está a la espera de que se realice una convocatoria de reunión en la que “se teste” cómo está discurriendo el funcionamiento de las salas exclusivas y se decida algo sobre su “posible actualización”.