«Achegamos imaxes das árbores retiradas da Gran Vía polo seu mal estado. A actuación, como non podería ser doutro modo, foi supervisada por técnicos municipais e, no caso concreto da ordenación ecolóxica, estética e paisaxística conta cos informes de enxeñeiros agrónomos, que sinalan un deterioro de 11 puntos sobre 12 en cada un dos árbores analizados, polo tanto poderían caer en calquera momento ocasionando un grave problema de seguridade».
Con este mensaje, acompañado de cinco fotografías del interior podrido de varios árboles, el Concello de Vigo quiso este jueves poner fin a la polémica y a las quejas de algunas vecinos por la tala de ejemplares en la Gran Vía de Vigo.
La «guerra» de los árboles regresó a la Gran Vía de Vigo hace ahora un mes. El inicio de las obras para instalar las cintas mecánicas, proyecto incluido en el Vigo Vertical financiado con fondos europeos, provocó que los vecinos contrarios a la iniciativa retomase sus protestas.
Los castaños de Indias y los tilos de la Gran Vía amanecieron en los últimos días con carteles alertando de una supuesta tala inmediata. Era una de las nuevas protestas del grupo de vecinos de la avenida viguesa que está en contra del proyecto para instalar cintas mecánicas.
Las obras comenzaron a finales de junio y el 10 de julio se cortó el tráfico en sentido descendente, desde calle Venezuela a Brasil. El alcalde anunció hace unos días que los arbustos del bulevard central, camelios y naranjos, serán trasplantados a Castrelos durante los trabajos y posteriormente replantados. Abel Caballero aseguró que se duplicará la masa arbórea de la zona, pero los vecinos temen que los castaños y tilos sean talados.