Concretamente, Abel Caballero ha anunciado que la actuación sobre el terreno arrancará “tan pronto se apaguen las luces de Navidad”. De esta forma, la celebración de estas fiestas, en las que el Ayuntamiento invierte tantos esfuerzos económicos y de promoción, no se verán afectadas este año. Mientras tanto, entre octubre y principios de 2020, se desarrollarán los estudios de acondicionamiento del entorno.
El plazo máximo de ejecución de la peatonalización es de dos años, por lo que la transformación de esta céntrica zona de la ciudad debería estar terminada en enero de 2022. Aunque podría afectar igualmente a dos Navidades, los trabajos estarán avanzados hasta tal punto a finales de 2021 que las molestias podrían ser escasas.
De hecho, que la actuación sea compatible con todos los eventos que acoge la Porta do Sol –Navidad, Carnaval, Reconquista, conciertos de verano- es una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento. “Eso añade complejidad técnica a la obra”, ha reconocido este jueves el alcalde de Vigo. Además, se elaborará un plan de tráfico especial del que el Concello dará cuenta cuando se acerque final de año.
El proyecto, financiado en gran parte por fondos europeos, contempla la construción de un túnel e incorpora una rampa mecánica desde Carral hasta la Porta do Sol, que dará continuidad a la ya existente en la calle II República. En superficie, se creará un espacio público peotonal de 8.000 metros cuadrados, con zonas verdes, mobiliario urbano y elementos singulares como un escenario, una réplica de las islas Cíes o una maqueta tiflológica para personas con visibilidad reducida, en la que se muestra la configuración del espacio público. El gobierno vigués repondrá además las redes de iluminación pública, gas, electricidad, telecomunicaciones, saneamiento y abastecimiento.