Así, según informó el alcalde, Abel Caballero, la junta de gobierno local aprobó la resolución de la convocatoria de este programa, dotado con dos millones de euros para el pago del alquiler e hipotecas, suministros energéticos y alimentación.
De los solicitantes, el alcalde destacó que 1.500 familias percibirán ayudas para pagar su vivienda, 1.079 recibirán ayudas para electricidad y gas y otros 1.121 solicitantes recibirán dinero para gastos de alimentación. En total son 3.700 ayudas ya que éstas son complementarias y se puede dar el caso de que una familia reciba para los tres conceptos previstos: vivienda, energía y alimentación.
Según Caballero, el programa municipal permite que «quien no tiene recursos pague alquileres, hipotecas, suministros energéticos y alimentación». Además, enfatizó la relevancia de que los pagos para vivienda son «ayudas que evitan desahucios» y que serán recibidos por 1.500 familias de la ciudad cuando el año pasado fueron 1.007 las beneficiarias.
El incremento de las familias receptoras se extienden también a los apoyos para energía, que pasan de las 844 del pasado año a las 1.079 de este, y para alimentación, que pasan de 755 a 1.121 familias perceptoras.
El grupo popular critica los «retrasos»
Por su parte, el grupo municipal popular criticó que el cheque social se pague «con tres meses de retraso» y exige que se tomen medidas para «corregir los fallos en la gestión de las ayudas» que, remarcó, son solicitadas por unas tres mil familias y una de cada tres se han quedado excluidas del proceso.
«Esperemos que las colas de la vergüenza no se vuelvan a repetir jamás en este Concello, y que las tres mil familias solicitantes no vuelvan a tener que esperar tres meses por falta de personal», señaló la concejala Elena González, que calificó de «intolerable» que por tercer año consecutivo «estos cheques se abonen fuera de plazo y con las familias soportando situaciones de extrema dificultad».