Tanto desde la asociación del barrio como los propios vecinos a título particular han subido a las redes fotografías de cientos de personas en la calle disfrutando de las noches del fin de semana y los restos de basura que dejan la mañana siguiente.
Critican la «pasividad» del gobierno local ante la ley antibotellón y para demostrarlo una de las imágenes subidas a Twitter es de la calle Chao, una de las últimas declaradas por el Concello como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) y, por lo tanto, libre de ruidos nocturnos. Uno de los residentes en esta zona, @PabloSousa13, que tiene una hija de corta edad, subió a la red tanto imágenes como un vídeo mostrando el ensordecedor ruido de esta práctica a altas horas de la madrugada.
«Los vecinos estamos hartos», se remarcaba desde la cuenta @VigoVello, que añadía a continuación que los vecinos están dispuestos a «denunciar» a Abel Caballero «por no hacer cumplir la ley».
Ya el pasado fin de semana el grupo municipal popular lanzó duras críticas hacia el gobierno local a tenor de lo que estaba ocurriendo en el barrio y reclamó medidas para evitar el botellón y sus consecuencias.
A través de una nota, recordaba que tanto el PSOE como el BNG fueron quienes aprobaron en 2008 un endurecimiento de las medidas contra el botellón que «nunca se aplicó» y que Caballero «lleva años sin actuar para garantizar el descanso, la seguridad y la limpieza en las zonas afectadas”.
Así, los populares recordaron que las quejas de los vecinos se extienden tanto a las noches del fin de semana como al día siguiente, en el que la basura se multiplica por doquier, tanto en calles del Casco Vello, como en la Praza de Compostela o el entorno del Náutico.
El «repunte» de la práctica del botellón tras unos años de relativa calma preocupa al grupo popular, que hablan de «múltiples quejas ciudadanas» que el pasado año motivaron reuniones con el gobierno municipal de asociaciones que representaban a residentes en calles como Teófilo Llorente, Joaquín Loriga, la zona del Náutico o la plaza de Compostela, situadas todas en espacios declarados ZAS (Zonas Acústicamente Saturadas), lo que implica que no se deberían conceder más licencias para locales de ocio susceptibles de incrementar el ruido.
Los vecinos apuntan a un incremento de esta práctica en diferentes puntos de la ciudad, como las inmediaciones del Marco, el entorno de la colegiata o las citadas áreas del Casco Vello.
Ordenanza de 2008
Como recordaron los populares, PSOE y BNG aprobaron una ordenanza para «reglamentar el uso de los espacios públicos por la ciudadanía, evitando usos excluyentes o abusivos que alteren gravemente la convivencia». Aquella normativa prohibía la «permanencia y concentración de personas en espacios abiertos del término municipal que se encuentren consumiendo bebidas de cualquier tipo o realizando otras actividades cuando alteren gravemente la pacífica convivencia ciudadana». Además, impedía repartir bebidas en la calle, hasta de modo gratuito, y, por supuesto, la venta de alcohol a menores de 18 años.
Los autores de las infracciones leves abonarían entre 300 y 750 euros. Las personas que sean acusadas de infracciones graves estaban obligadas a desembolsar de 751 euros a 1.500 y para las sanciones muy graves la multa ascendía a 3.000 euros. La reincidencia y la intencionalidad eran considerados factores determinantes.