«El secreto mejor guardado del planeta», según el alcalde de Vigo, Abel Caballero, es el día y la hora en que se encenderán las luces en la ciudad dando así comienzo a la Navidad 2025-2026, un momento que mucha gente espera con gran expectación, y mucha otra con verdadero horror, como es sabido.
A la espera de que el regidor lo confirme, las fechas que se perfilan como candidatas a acoger ese momento son el viernes, 14 de noviembre, o, sobre todo, el sábado, 15 de noviembre. Así ha sucedido en años anteriores y nada hace pensar que este año no vaya a suceder lo mismo.
Entre tanto, cualquiera que pase por Porta do Sol ya puede contemplar cómo está creciendo el árbol de Navidad, elemento estrella de la celebración. Acabará midiendo 45 metros, batiendo así su propio récord, como viene haciendo cada año desde que estas fiestas se han convertido en la celebración central de la ciudad. Este año, el árbol va montado sobre una base circular de madera de nada menos que trece metros de diámetro. Contemplarla de cerca impresiona.
El árbol de Navidad de Vigo estará coronado por una estrella de nueve metros y medio, alumbrado por 100.000 luces led y pesará 20 toneladas, según dijo el alcalde hace dos semanas, cuando comenzó su instalación. A su alrededor, de nuevo, se plantarán diez árboles de luces de entre 8 y 10 metros de altura que aumentarán “el espectáculo y la capacidad de juego lumínico”.
Colocar el árbol, como sabe cualquier jubilado de los que disfrutan viendo a los operarios trabajar, es una labor tediosa, delicada y compleja. La grúa que hay en Porta do Sol, con un enorme brazo para que los operarios puedan alcanzar semejante altura, da fe de ello. Pero si todo avanza como es de esperar, es cuestión de un par de semanas que el árbol y los arbolitos que lo acompañarán durante los dos meses de fiesta, estén listos para sumarse al encendido general que, probablemente, tenga lugar el 15 de noviembre.
CUENTA ATRÁS
Lo que ya está plenamente operativo es el reloj que va descontando días, horas y minutos hasta la llegada, no del momento del encendido, sino del inicio de la Navidad.
Lo paso en funcionamiento ayer el alcalde al principio de la Calle del Príncipe, junto a la farola de Urzaiz, un lugar bien concurrido en el que los vigueses que por allí pasen podrán ver en cada momento cuánto falta para la llegada de la Navidad.
Todavía estamos en octubre, pensando tal vez en el disfraz de Halloween, pero la potencia de la Navidad y todo su lucerío ya asoman por muchos rincones de una ciudad que, un año más, se apresta para vivir dos meses consecutivos de celebraciones.