Llevaba desde el domingo la estrella del árbol de Navidad posada en el suelo en Porta do Sol, a la espera de ser izada para coronar la principal atracción de las fiestas viguesas, lo cual ha sucedido en la tarde de este martes con la presencia del alcalde, Abel Caballero, que no se ha querido perder uno de los momentos más simbólicos de cuantos preceden al encendido de las luces.
«Este año el árbol tiene más de 45 metros de alto y la estrella tiene 13 metros de diámetro y pesa 20 toneladas», ha recordado el regidor de una árbol que estará adornado nada menos que con 100.000 luces led.

Una parte de la estrella encaja en el árbol, pero otra sobresale alrededor de 10 metros. Alrededor del árbol, algunos bien visibles ya, habrá diez árboles más bajos, que harán de escolta de su hermano mayor. Miden 10 metros de altura y aumentarán “el espectáculo y la capacidad de juego lumínico”.
Pasear a partir de ahora por Porta do Sol recuerda inevitablemente al transeúnte que, aunque aún quedan casi dos meses para Navidad, Vigo está a las puertas de empezar a celebrar unas fiestas que en esta ciudad gallega duran dos meses.
Se desconoce aún cuándo apretará el alcalde el botón que ilumine Vigo de color. Mediados de noviembre es lo que dice la tradición, pero la decisión final no ha sido comunicada. Lo que es seguro es que el árbol, a falta de retoques y pruebas de luz, está casi listo para encabezar el listado de atracciones que tanto atraen a los apasionados de esta celebración.






















