El aparcamiento ha arrojado resultados económicos negativos desde sus orígenes y el estado en el que se encuentran algunos de los equipos de video-vigilancia, control de accesos, sistemas de alarmas o sistemas informáticos hacen necesario efectuar fuertes inversiones que permitan su sustitución.
Por todo ello, Zona Franca entiende que, de realizar una inversión, debe efectuarse de cara a buscar un modelo de negocio diferente. “A pesar de estos resultados negativos, el Comité Ejecutivo considera el importante servicio público que se presta a la ciudad desde esta infraestructura, en una zona de amplia demanda de plazas de aparcamiento”, argumenta el Consorcio.
Por ello, se ha decidido emprender las obras oportunas para reconvertir el aparcamiento, de 380 plazas, en un parking convencional. Para realizar dichas obras, que se estiman en un coste de 1,5 millones de euros, se pedirá a la Autoridad Portuaria la ampliación del plazo de concesión por 15 años más.