El temporal que cruzó Galicia en las últimas horas ha tenido impacto en diversos puntos del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas, especialmente en Sálvora y Cíes, donde se han registrado daños localizados en caminos y la caída de algunos árboles. Las imágenes captadas en ambas islas muestran la fuerza del mar y del viento, aunque el escenario apunta más a incidencias habituales de época invernal que a un deterioro grave del ecosistema.
Según datos difundidos por Europa Press, el litoral de A Coruña y Pontevedra permanecerá este miércoles en alerta amarilla por oleaje, un aviso que marca el final de un episodio meteorológico que comienza a amainar. En la costa noroeste de A Coruña, las olas de entre cuatro y cinco metros mantendrán el aviso activo hasta las 6.00 horas del miércoles; en la Costa da Morte, se prolongará hasta medianoche. En las Rías Baixas (ámbito en el que se encuentran Cíes y Sálvora) la alerta estará activa hasta las 9.00 horas del miércoles.
La fuerza del océano y su impacto en la vida insular
El golpe de mar ha alcanzado zonas habitualmente resguardadas, elevando el nivel del agua y arrastrando vegetación hasta áreas interiores. La espuma blanca que se alza tras cada embate oculta una realidad menos visible: el estrés que episodios como este generan en la fauna que habita el parque.
En las playas, algunas aves costeras buscan alimento mientras sortean la subida repentina del oleaje, una escena que ilustra cómo los fenómenos meteorológicos extremos desafían el equilibrio natural del archipiélago. La vegetación, especialmente la situada en taludes y bordes de senderos, ha sufrido daños por el viento y la acumulación de agua.
Caminos dañados y árboles caídos
El impacto más visible se concentra en los senderos. En Sálvora se han detectado pequeños arrastres de tierra y charcos que dificultan el paso, mientras que en Cíes varias ramas y troncos han bloqueado puntualmente algunos itinerarios.
El Parque Nacional prevé activar las habituales tareas de revisión una vez el temporal remita por completo: retirada de material vegetal, reparación ligera del firme y evaluación del estado de la vegetación afectada. Se trata de intervenciones rutinarias tras episodios de mal tiempo, destinadas a asegurar la seguridad de los visitantes y mantener la accesibilidad de las rutas.



La previsión meteorológica apunta ahora a una mejora progresiva de la situación marítima. Con la alerta amarilla como único aviso activo y el mar perdiendo intensidad, las brigadas de mantenimiento podrán iniciar en breve la puesta a punto de los senderos afectados.


























