Su premisa es muy sencilla. Tal y como explica Irene, “se trata de que cada usuario recorra Vigo en bici y cuando vea un grafiti se haga una foto con su bici y el grafiti de fondo”. Así lo han empezado a hacer ellos en sus perfiles de redes sociales. Incluso han comenzado a construir una página web para darle más dimensión a la idea.
“Lo que buscamos es que todos los vigueses y no vigueses que recorran Vigo con su bici y tropiecen con un grafiti y suban la foto con el hashtag #VigoBikeffiti. Esto no tiene más fin que dar a conocer un poco nuestra ciudad a través de sus grafitis y de una forma saludable”, ahonda Irene.
Una iniciativa sin ánimo de lucro que permite descubrir de forma diferente rincones de la urbe olívica que quizás pasen inadvertidos en el día a día pero que, si uno se detiene un mínimo para apreciarlas, podrá comprobar que son “pequeñas obras de arte”.
El proyecto, además, coincide con el impulso que se está dando desde el Concello a la creación de murales a través del programa ‘Vigo, cidade de cor’, que está llenando los edificios y medianeras de pinturas.
Con todo el material, poco a poco, Pablo e Irene irán llenando un álbum de fotos que publicarán en la web y en las redes sociales para que pueda ser consultado por cualquiera.