«Caos» es la palabra que define al tráfico rodado en Vigo desde el inicio, este lunes, del curso escolar, y tanto conductores como usuarios apuntan a las obras de la Avenida de Madrid, con la que se convivió con incomodidad y resignación durante el verano pero que se han convertido en una auténtica gincana con la apertura de las aulas.
«Ayer fue horrible. Y así es imposible cumplir los horarios«, ha dicho a Vigoé una conductora de Vitrasa, según la cual ya se ha informado a la empresa de que es del todo inviable prorrogar lo sucedido ayer durante dos años, que es el plazo previsto para que finalicen las obras en esta arteria tan importante de la ciudad.
El caos no es exclusivo de la Avenida de Madrid, sino que se extiende, por ejemplo, a la Ceboleira, desde Martinez Garrido hacia Lavadores, zona por la que intentan huir del caos todo tipo de vehículos generando un embudo intransitable que está generando muy importantes retrasos en los diferentes servicios del autobús urbano.
«Por la Avenida de Madrid pasa la lanzadera, la línea 13, la 12 A y la 12 B, ya hablamos de cuatro lineas, muy céntricas, porque van al Meixoeiro, al Cunqueiro, otra va hacia Navia, prestan un servicio muy importante porque abarca mucho recorrido», explican las mismas fuentes.
Retrasos inevitables
Los retrasos fueron el lunes de tal magnitud que muchos fueron los alumnos que llegaron tarde a clase, a institutos como el Ricardo Mella o el Paz Andrade, lo que se tradujo en airadas quejas de los usuarios a los conductores, incapaces de dar respuesta «al Cristo que hay montado en la Avenida de Madrid», explican.
«Si me dices es algo puntual, como las luces de Navidad, pues vas contando días para ver el final del túnel, pero esto va para largo, dos años en el mejor de los casos. Hay que buscar alternativas en la circulación de la Avenida de Madrid. Habilitar un carril solo para el bus, por ejemplo, porque si no es imposible respetar los horarios. Vamos a llegar siempre tarde», dice esta conductora, que ayer vio cómo dejaba de hacer un servicio «porque tenía que llegar a y media con el H1 y llegué a menos cinco», es decir, 25 minutos tarde.
La circulación es aceptable en las horas valles, pero imposible en las punta, cuando los pasajeros van más apurados para llegar al colegio o el trabajo. El problema es que los propios conductores reconocen que no hay muchas alternativas, y nadie sabe qué pasará en las próximas semanas. El asunto está ya en manos de la Comisión de Horarios y Líneas de Vitrasa. Otra cosa es que encuentren cómo solucionar el caos. Hay ciudades con horarios especiales para obras o eventos singulares, y esa, dicen los cionductores «podría ser una solución».
El BNG
También se ha referido a esta cuestión este martes el BNG, que ha hablado de una «congestión importante» también en zonas como la de la calle Lepanto o la de Pintor Colmeiro, así como en aquellas donde hay colegios. Los nacionalistas subrayan que además todo empeorará con la llegada de las lluvias y lamentan la falta de respuesta del Gobierno municipal.
«Está claro que un año más las previsiones del Gobierno de Abel Caballero no están atendiendo debidamente el reinicio de la actividad lectiva y a la intensificación de los desplazamientos laborales y comerciales en una ciudad en la que cada año los vigueses pasan más de 37 horas en atascos«, ha dicho el portavoz del BNG, Xabier Pérez Igrexas, quien ha recordado que Vigo es la ciudad con más problemas de tráfico en toda Galicia y la novena en toda España.
Los nacionalistas reclaman el despliegue de «un verdadero plan de tráfico frente a la congestión que están provocando las obras en distintos puntos de la ciudad», de modo que se pueda facilitar el tránsito hacia los centros escolares o laborales, como los polígonos industriales.
Los nacionalistas también han reclamado mayor supervisión de las obras por parte del Concello para evitar que obras menores, como la de la rúa Tanxugueiras, se prolonguen meses y meses con las incomodidades que ello supone para la ciudadanía.