¿Cómo se encontró la Diputación a su llegada?
Me encontré una Diputación del siglo pasado, pero de inicios del siglo pasado, cerrada, poco transparente, con unos procedimientos de funcionamiento muy cuestionables, con un presidencialismo que no forma parte de una sociedad democrática moderna y la mayoría de los proyectos basados en los principios de arbitrariedad, caciquismo y clientelismo. Esa fue la Diputación que me encontré.
¿Sabe ya qué tenían aquellas bolsas de basura que salían por las ventanas de la Diputación unos días antes del cambio de gobierno?
Lo que iba en aquellas bolsas es imposible saber qué era, pero lo que sí puedo afirmar de forma contundente es que habían vaciado todos los despachos, no solo los de Presidencia, sino también los del gabinete. No había ni un solo papel. Es más, ni siquiera se produjo el traspaso de poderes, habitual en democracia. Hubo ocultamiento. No sé qué iban en aquellas bolsas. Eran negras, de plástico, difícilmente sería escombro porque se romperían. No lo sé. Ahora, que aquí se llevó absolutamente todo, no quedó ni un solo papel. Eso se lo confirmo. Muchos proyectos que estamos analizando tenían irregularidades y las trasladaremos a la Fiscalía y al Tribunal de Cuentas para que digan si hay responsabilidad. Hemos encontrado muchas irregularidades.
Se refiere a proyectos como Pousadas do Salnés, Depogap o Deputrans. ¿Qué tipos de irregularidades?
Hay certificaciones de gasto que no existieron, son falsas. Muchos proyectos, como el de Pousadas, el acuerdo era que la Diputación ponía tres millones y estamos en 21. Estaba todo el procedimiento paralizado, no había licencias… muchos de ellos van a tener serios problemas y ya se ha pedido información por parte del Gobierno de España y de la Unión Europea. Se había gestionado mal.
¿Problemas para quién?
Afecta a la propia administración, ya que en caso de que esos proyectos sean irregulares habría que devolver la financiación recibida. Afecta a los ciudadanos, habría que detraer ese dinero de la acción política, redunda negativamente en iniciativas a elaborar y también a los que tienen relación con esos proyectos, como concellos, empresas… Es una situación grave.
¿Qué ha cambiado en la Diputación en los últimos cinco meses?
Ha cambiando radicalmente. Primero, cambió la forma de entender la relación con los ayuntamientos, ahora los tratamos de igual a igual. Es una relación de igual a igual, porque la Diputación no está para gobernar concellos, sino para garantizar los servicios básicos y los derechos. Hasta ahora era una relación de supremacía, había un presidente todopoderoso que iba decidiendo cuáles eran las políticas que desarrollaba sin tener en cuenta a los ayuntamientos. En segundo lugar, cambió la forma de financiar los proyectos, desapareció la libre disposición, que permitía el clientelismo y caciquismo. Se aprobó un fondo social dotado de 40 millones que se reparte con criterios objetivos. Pasamos del clientelismo y el caciquismo a la transparencia y a la equidad. Además, hemos abierto la Diputación a la ciudadanía, nos hemos reunido con cientos de colectivos para escucharle, planificar con ellos las actuaciones, informando que se acabaron las subvenciones nominativas que se daban sin criterios objetivos, partiendo de la discrecionalidad del presidente. Ahora habrá ayudas por concurrencia, todo el mundo tendrá los mismos derechos. Cambió también que la presidenta visita la provincia y se reúne con los alcaldes en los concellos, muchos a los que no había ido Louzán porque eran de otro color político. Me reúno con los independientes, con los del BNG, los del PSOE, de Marea y los del PP. Es una relación de respeto. Hemos cambiando la forma de los concursos a oposición y hemos abierto los tribunales a miembros de la Universidad, de los concellos de Vigo, Pontevedra y Diputación para garantizar que sean transparentes, limpios y que no haya ninguna posibilidad de que la política influya quien apruebe las oposiciones. Cambiamos el procedimiento administrativo y exigimos que los proyectos lleven un informe de dos técnicos. También realizamos un presupuesto centrado en nuestros compromisos políticos. Creamos un servicio de empleo que no existía y otro de igualdad. Pusimos en marcha la planificación de los proyectos de turismo y deportes para que haya objetivos claros. Es un cambio radical en la forma de funcionar. La presidenta ahora es una dirigente política de una institución, pero no es una virreina, esto no es un virreinato, lo cual tampoco es un tema un menor.
Decía hace unos días que ahora se hace Justicia con Vigo, ¿qué ocurría antes, dónde, cómo y cuándo Vigo era discriminado?
En Vigo hay varias infraestructuras provinciales responsabilidad de la Diputación que llevan veinte años sin ser tocadas por parte de esta administración. En otros concellos se han reformado, urbanizado, humanizado… millones de euros. En Vigo no. Por ejemplo, la carretera provincial, de las pocas sin humanizar porque la Diputación se empeñaba en que no podía invertir en la ciudad, es un escándalo. Por ejemplo, la señalización de la subida a la Universidad, donde como todos sabemos siempre hay niebla, hay muchos accidentes… pues no se actuaba por parte de la Diputación. Hoy mismo acabo de firmar el concurso para la adjudicación de la obra. Por ejemplo, se dedicaba un dineral a las actuaciones en toda la provincia, excepto en Vigo, donde la Diputación se salió de la Fundación Marco, por poner otro ejemplo. Se dedicaban cientos de miles de euros al turismo y nunca se le ocurrió hablar con el alcalde para saber si el aeropuerto necesitaba algún tipo de financiación. Y así en tantas y tantas cuestiones. Un total abandono, una confrontación con la ciudad más importante de la provincia. Dicho esto, se hará Justicia y tendrá ni más ni menos de lo que precisa, sin abandonar a ningún otro concello. Todo lo contrario, se está apoyando muchísimo a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes, que es lo que realmente dice la ley. Así que se puede hacer todo y no hay que discriminar a Vigo. En el último pleno se habló de Vigo más que de otra cosa, como si le fuésemos a dar todo a Vigo, barbaridades de este tipo. Por cierto, la portavoz del PP en Vigo calladita, no decía ni “mú”, miraba hacia otro lado, aplaudía cuando la alcaldesa de Mos decía que le íbamos a dar todo a Vigo. Esa bobada total y absoluta, es una falsedad. Vamos a atender mucho, como nunca y con más recursos, a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes, pero también vamos a prestar atención a Vigo y a Pontevedra, porque son dos ciudades referentes de esta provincia que prestan muchos servicios a los ciudadanos que vienen de todos lados a realizar gestiones. Tienen mucho peso y presión. ¿Cómo las vamos a abandonar?
Los alcaldes del PP la acusan de falsear los datos en la aportación a los concellos y que oculta información.
Lo decía la portavoz del PP, la señora Arévalo, lo decía ella sola, ningún otro alcalde lo ha dicho, no lo pueden decir porque es falso, es mentira. Nunca ha habido tanta información. Cada decisión se consulta a los concellos. Por ejemplo, había partidas nominativas injustas para deportes y decidimos eliminarlas para hacer un proyecto para todos. Se lo consultamos, se lo contamos, les dijimos a los concellos que hablasen ellos con los concellos para saber qué necesitaban los clubs. Lo hacemos así con todo, con el fondo local reunimos a todos los alcaldes y después comunicamos los criterios para el reparto. Informamos de todo, de todo, de cada proyecto, y además les pedimos su opinión. Algo que no había ocurrido nunca, antes lo decidía el presidente para beneficiar a sus amigos del PP. ¿Qué ocurre? Estamos en campaña y al PP le encanta la confrontación y el ruido, se siente muy cómodo en la descalificación y el insulto. Pero solo es la alcaldesa de Mos. Anunciaron que iban a protestar los alcaldes y ninguno lo hizo. ¿Sabe por qué? Porque ahora reciben muchísimo más, algunos un 50% más, como A Estrada, donde gobierna el PP. Están encantados, pero Feijóo y el señor Louzán en la sombra les mandan cada día un argumentario. Este modo de hacer política es triste, de otra época, a la ciudadanía no le gusta. Me decía ayer un empresario que me encontré en un desayuno de Abel Caballero en Madrid que los alcaldes del PP están encantados con este modelo, pero no lo pueden decir, también lo entiendo. La presión de Feijóo, Rueda y Louzán es de tal calado que no lo pueden decir. Mi papel es conseguir que los gobiernos locales se sientan bien tratados, no lo hago por la bondad infinita de la presidenta, no, es lo que hay que hacer. Me sorprende la señora Arévalo, que haga este ridículo cuando su concello recibe 200.000 euros más que el año pasado. Ella sabrá lo que hace.
Este martes, segunda entrega de la entrevista con Carmela Silva.