Prometía «sorpresas» el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en la inauguración de las obras de reforma de la Avenida de Madrid y lo primero que se han encontrado los usuarios es un caos de señales. Los trabajos de «este campo de concentración con vallas y verjas», tal y como lo definió el propio Caballero, han comenzado con un complicado jeroglífico para los automovilistas.
El cruce de la Avenida de Madrid y el Camiño da Raposeira es el epicentro de una vorágine de señales horizontales y verticales. Flechas amarillas nuevas, las blancas anteriores todavía presentes, vallas de obra… es lo que se encuentran los conductores a su paso.
La prometida reforma del principal acceso a Vigo comenzó hace unas semanas con la retirada de las verjas que dividían los carriles. La junta de gobierno local aprobó en frebrero la adjudicación de las obras de reforma de la Avenida de Madrid que, como adelantó VIGOÉ, ejecutará la UTE conformada por las empresas Oreco Balgón y Covsa.
De este modo, las vallas que afean la zona y separan el carril central de la vía de servicio, en sentido ascendente y a la altura de los concesionarios, ya empiezan a ser historia.