Tan solo 39 minutos duró la sesión inaugural del plenario vigués –la del 13 de junio en el Auditorio Municipal fue la de constitución- en la que quedó patente por primera vez en muchos años que la ciudad tiene un gobierno local en mayoría. Hubo cambio de bancadas, ahora PSOE a la izquierda de la mesa presidencial y la oposición a la derecha. El escaso debate sirvió para comprobar que las urnas han dado todo el poder a grupo socialista y que la oposición todavía no se ha recuperado del varapalo.
Creación de comisiones, composición de las mismas, nombramiento de los corporativos en los organismos autónomos y en el Patronato Quiñones de León, dotaciones económicas a los grupos y cargos con dedicación exclusiva y parcial. Seis propuestas y todas aprobadas, tres con los 17 votos del PSOE y otras tres también con el PP. La Marea se abstuvo en las tres primeras y se opuso en el resto.
En este arranque de mandato tan solo tomaron la palabra los portavoces, pero las quejas de la oposición sobre el reparto de dedicaciones y personal se quedaron en eso. El socialista Carlos López Font insistió en lo manifestado durante los últimos días. “Los ciudadanos hablaron el día 24 de mayo y a eso nos tenemos que atener todos, parece que algunos se olvidan”, señaló.
Rubén Pérez, líder de la Marea, había lamentado momentos antes el reparto, pero avisó de que estaban preparados para hacer su trabajo con lo que tenían. “No vamos a mendigar, pero tiene que haber una reflexión sobre lo que supone asistir a todas estas comisiones con un solo auxiliar administrativo, pedimos una reflexión colectiva y una recomposición”, aseguró.
Por su parte, la portavoz “popular”, Elena Muñoz, destacó que el reparto es la mitad de lo que les correspondía y acabó citando a Aristóteles. “La democracia es el gobierno de la mayoría con respeto a la minoría”, dijo. La respuesta de Font, contundente. “Mucho ha cambiado usted en cuatro años, presumía de reducir déficit y aquí viene a lo contrario”.